Nuevo Horizonte
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abril-junio
9
11 de mayo de 2019
Dios cuida de nosotros
AGRADECIMIENTO
C
uando pensamos en la gratitud, por
lo general viene a nuestra mente
cualquier acto benévolo en respuesta a
un beneficio recibido. Esta es una actitud
correcta, ya que debemos mostrar nues-
tro aprecio cuando se nos presta una
atención particular, y más aún si el otro
no está obligado a hacerlo.
Ahora, es importante que demos un
paso más allá en nuestra comprensión de
todo lo que está relacionado con la grati-
tud. Esta no debe limitarse a una simple
expresión de satisfacción que ofrecemos
al ser objeto de alguna atención. Tampo-
co debe limitarse solo a nosotros, en la
manera en que podemos expresarla tanto
de manera interna como externa. Nuestra
comprensión del concepto de gratitud
debería llevarnos más allá, pues existe
una persona benevolente detrás de cada
acto de bondad que recibimos, la cual
escoge privarse de algo para hacernos
un favor.
Dicho esto, la gratitud debe impul-
sarnos a ir más allá de lo acostumbrado
por la persona que ha tenido una buena
acción para con nosotros. La gratitud nos
invita a aceptar estar en deuda con esa
persona. También establece o refuerza la
relación con el benefactor. Cuando el le-
proso se dio cuenta de que había sido
sanado, no se limitó a expresar su alegría
por haber recibido de manera milagrosa
la sanidad de la lepra, sino que volvió
(ver Luc. 17: 15) para agradecer y reco-
nocer que detrás de aquel acto benévolo
estaba Jesús, quien «se humilló a sí mis-
mo, haciéndose obediente hasta la muer-
te» (Fil. 2: 8) para salvar a la humanidad.
De hecho, Dios nos protege sin reser-
vas a través de Jesús. En él, tenemos todo
lo que necesitamos. Y por encima de
todo, somos perdonados de nuestros pe-
cados y tenemos vida eterna. Además, la
Biblia dice que él es el sí a través del cual
todas las promesas de Dios son posibles
en nuestra vida (ver 2 Cor. 1: 20). Dios
La gratitud debe impulsarnos a ir más allá
de lo acostumbrado por la persona que ha tenido
una buena acción para con nosotros.