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jóvenes

torna más profunda en forma natural, preguntemos: ¿Algu­

na vez han tenido que esperar a que Dios les responda una

oración? ¿Hay alguna de sus oraciones que aún están espe­

rando que Dios les responda? ¿De qué manera afecta a su fe

pedirle a Dios que los ayude en algo específico y no recibir

una respuesta inmediata?

Recordemos a nuestros alumnos que desde que David

fue consagrado como futuro rey hasta que en efecto se con­

virtió en el rey de Israel pasaron al menos veinte años. En

este mundo de gratificación instantánea en el que vivimos,

en especial en el caso de los jóvenes (que se caracterizan

por tener una visión a corto plazo), no es fácil pensar en

que tengan que esperar tanto tiempo para que se haga ma­

nifiesto el propósito de Dios en sus vidas. Sin embargo, es

reconfortante saber que Dios prevalecerá incluso si las cir­

cunstancias por las que estamos pasando nos parecen ago­

biantes.

Ilustración

Comparta la siguiente ilustración con sus propias palabras:

La mitología mundial está llena de historias de reyes y

príncipes, y reinas y princesas que tuvieron que esperar mu­

chos años para llegar a cumplir su propósito. La leyenda del

rey Arturo narra la historia de un joven que fue criado en las

sombras, sin saber siquiera que él era el hijo del rey. Cuando

su padre murió, Arturo demostró su derecho al trono al ser el

único hombre del pueblo capaz de sacar una espada mágica

de una piedra en la que estaba incrustada.

Por muy sorprendente que parezca, estas historias no

solo existen en las leyendas, sino también en la vida real.

La reina Isabel I de Inglaterra, hija de Enrique VIII, pasó su

niñez y juventud en un estado de incertidumbre. Según los

matrimonios de su padre y las cambiantes políticas de In­

glaterra, Isabel era a veces reconocida como la heredera del

trono, y otras veces tratada como si no fuera en absoluto la

princesa heredera.

Cuando su hermana María gobernó Inglaterra, Isabel

pasó un tiempo en prisión. Al morir Mary, un mensajero

vino donde Isabel, que por entonces ya tenía 25 años, para

anunciarle que finalmente ella era la nueva reina de Inglate­

rra. Isabel citó el Salmo 118: «Esto lo ha hecho el Señor, y

estamos maravillados».

II. ENSEÑANZA DEL RELATO

Para introducir el relato

Comparta lo siguiente con sus propias palabras:

Vivimos en una sociedad en la que todo es instantáneo.

Nos impacientamos si el almuerzo se tarda más de un minuto

en el horno de microondas, o si la página de Internet que esta­

mos abriendo se toma más segundos de los habituales. La tele­

visión nos presenta un mundo en el que grandes problemas se

resuelven en cuestión de media hora o una hora, mientras que

las noticias «reales» son comprimidas en cápsulas informativas

de pocos minutos. Queremos lo que queremos, ¡y lo queremos

ya mismo!

Sin embargo, algo que no puede ser apresurado es el proce­

so de convertirnos en la persona que Dios quiere que seamos.

ADavid le costó veinte años de luchas, carreras y huidas antes

de ser coronado rey. Otros personajes bíblicos experimentaron

la misma clase de espera antes de entender cuál era su destino.

Nosotros también tal vez tengamos que esperar para ver que la

voluntad de Dios se manifiesta en nuestra vida. Pero eso no

significa que Dios no esté trabajando con nosotros. ¡Él siempre

tiene un plan!

O BÁSICO

Consejos paraunaenseñanzaóptima

Laelaboracióndecronologías

No es fácil para los jóvenes tener un

sentido claro de la sucesión de los

acontecimientos en lahistoria, enespe-

cial cuando un pasaje bíblico (como el

de esta semana) cubre un largo perío-

do de tiempo en el que ocurren diver-

sos hechos. Podemos enseñar a nues-

tros alumnos cómo hacer una cro­

nología por medio de un ejemplo en la

pizarra en la que escribamos la crono-

logía de nuestra vida o la de otra perso-

na. Dibujemos una línea horizontal y

marquemos en ella los acontecimien-

tos más imortantes en el orden en que

estos se produjeron. Después pidamos

que apliquen lo que enseñamos a la

historia bíblica. De manera individual o

en grupos, pidamos que hagan una

cronología de los acontecimientos que

ocurren en la historia. Esto ayudará a

que los alumnos entiendan el contexto

de cada historia y vean la causa y el

efecto de cada uno de los sucesos.