48
jóvenes
torna más profunda en forma natural, preguntemos: ¿Algu
na vez han tenido que esperar a que Dios les responda una
oración? ¿Hay alguna de sus oraciones que aún están espe
rando que Dios les responda? ¿De qué manera afecta a su fe
pedirle a Dios que los ayude en algo específico y no recibir
una respuesta inmediata?
Recordemos a nuestros alumnos que desde que David
fue consagrado como futuro rey hasta que en efecto se con
virtió en el rey de Israel pasaron al menos veinte años. En
este mundo de gratificación instantánea en el que vivimos,
en especial en el caso de los jóvenes (que se caracterizan
por tener una visión a corto plazo), no es fácil pensar en
que tengan que esperar tanto tiempo para que se haga ma
nifiesto el propósito de Dios en sus vidas. Sin embargo, es
reconfortante saber que Dios prevalecerá incluso si las cir
cunstancias por las que estamos pasando nos parecen ago
biantes.
Ilustración
Comparta la siguiente ilustración con sus propias palabras:
La mitología mundial está llena de historias de reyes y
príncipes, y reinas y princesas que tuvieron que esperar mu
chos años para llegar a cumplir su propósito. La leyenda del
rey Arturo narra la historia de un joven que fue criado en las
sombras, sin saber siquiera que él era el hijo del rey. Cuando
su padre murió, Arturo demostró su derecho al trono al ser el
único hombre del pueblo capaz de sacar una espada mágica
de una piedra en la que estaba incrustada.
Por muy sorprendente que parezca, estas historias no
solo existen en las leyendas, sino también en la vida real.
La reina Isabel I de Inglaterra, hija de Enrique VIII, pasó su
niñez y juventud en un estado de incertidumbre. Según los
matrimonios de su padre y las cambiantes políticas de In
glaterra, Isabel era a veces reconocida como la heredera del
trono, y otras veces tratada como si no fuera en absoluto la
princesa heredera.
Cuando su hermana María gobernó Inglaterra, Isabel
pasó un tiempo en prisión. Al morir Mary, un mensajero
vino donde Isabel, que por entonces ya tenía 25 años, para
anunciarle que finalmente ella era la nueva reina de Inglate
rra. Isabel citó el Salmo 118: «Esto lo ha hecho el Señor, y
estamos maravillados».
II. ENSEÑANZA DEL RELATO
Para introducir el relato
Comparta lo siguiente con sus propias palabras:
Vivimos en una sociedad en la que todo es instantáneo.
Nos impacientamos si el almuerzo se tarda más de un minuto
en el horno de microondas, o si la página de Internet que esta
mos abriendo se toma más segundos de los habituales. La tele
visión nos presenta un mundo en el que grandes problemas se
resuelven en cuestión de media hora o una hora, mientras que
las noticias «reales» son comprimidas en cápsulas informativas
de pocos minutos. Queremos lo que queremos, ¡y lo queremos
ya mismo!
Sin embargo, algo que no puede ser apresurado es el proce
so de convertirnos en la persona que Dios quiere que seamos.
ADavid le costó veinte años de luchas, carreras y huidas antes
de ser coronado rey. Otros personajes bíblicos experimentaron
la misma clase de espera antes de entender cuál era su destino.
Nosotros también tal vez tengamos que esperar para ver que la
voluntad de Dios se manifiesta en nuestra vida. Pero eso no
significa que Dios no esté trabajando con nosotros. ¡Él siempre
tiene un plan!
O BÁSICO
Consejos paraunaenseñanzaóptima
Laelaboracióndecronologías
No es fácil para los jóvenes tener un
sentido claro de la sucesión de los
acontecimientos en lahistoria, enespe-
cial cuando un pasaje bíblico (como el
de esta semana) cubre un largo perío-
do de tiempo en el que ocurren diver-
sos hechos. Podemos enseñar a nues-
tros alumnos cómo hacer una cro
nología por medio de un ejemplo en la
pizarra en la que escribamos la crono-
logía de nuestra vida o la de otra perso-
na. Dibujemos una línea horizontal y
marquemos en ella los acontecimien-
tos más imortantes en el orden en que
estos se produjeron. Después pidamos
que apliquen lo que enseñamos a la
historia bíblica. De manera individual o
en grupos, pidamos que hagan una
cronología de los acontecimientos que
ocurren en la historia. Esto ayudará a
que los alumnos entiendan el contexto
de cada historia y vean la causa y el
efecto de cada uno de los sucesos.