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jóvenes
Ilustración
Comparta la siguiente ilustración con sus propias palabras:
Una lectora escribió en cierta ocasión a la famosa sec
ción de consultas
Dear Abby
[Querida Abby], que se publica
en los Estados Unidos. En la carta se mostraba confundida
por la manera en que actuaba su abuela. A continuación, lo
que ella escribió:
«Hace seis meses mi esposo y yo invitamos a nuestro so
brino Danny, de 19 años, a que viviera con nosotros. Él esta
ba pasando por un momento difícil de su vida, y estaba en
frentando problemas de drogadicción, alcoholismo y ten
dencias suicidas. Desde que se mudó a nuestra casa, Danny
ya no tiene esos sentimientos y ha dejado de beber y de usar
drogas; y la verdad, estamos haciendo un gran esfuerzo por
encaminarlo en la vida.
»Sin embargo, hace poco sucedió algo. Mi abuela, quien
adoptó a Danny cuando este se quedó huérfano a los diez
años, visitó la casa de mi madre donde también estábamos
mi esposo y yo pasando el fin de semana, y comenzó a gritar
nos. Primero nos acusó de no amar a Danny y dijo que está
bamos arruinándole la vida. Después comenzó a subir el tono
de voz y a increparnos porque nosotros supuestamente no le
habíamos pedido permiso para invitar a Danny a vivir con
nosotros (para ese momento él ya no estaba con nosotros,
sino viviendo con mi tío).
»¡Nos dijo que “era preferible que Danny estuviera con
sumiendo drogas y bebiendo” en “casa” que con nosotros que
lo tratábamos tan mal!
»Abby: ¿De dónde pudo haber salido toda esa ira y hosti
lidad que mostró mi abuela? Es la primera vez en mi vida que
tengo un altercado con ella».
La respuesta de Abby fue: «Si suponemos que tu abuela
está en su sano juicio y que no es ella misma una drogadicta,
lo único que puedo concluir es que está envidiosa». Al pare
cer, ni siquiera las abuelas se salvan de la envidia.
II. ENSEÑANZA DEL RELATO
Para introducir el relato
Comparta lo siguiente con sus propias palabras:
A veces nuestras acciones pueden tener un profundo efec
to en los demás. En la lección de esta semana, vemos que la
envidia que sentía Saúl hacia David lleva a su más valiente y
brillante estratega militar a una vida marcada por las pruebas,
las dificultades y el estrés.
Como la indulgencia del pecado hace que este crezca y se
desarrolle, la espiral destructiva de Saúl se iba acelerando con
cada intento que hacía por destruir a David. La envidia y el
orgullo lo cegaron y no lo dejaron percibir las advertencias.
No una, sino dos veces David le perdonó la vida, y la sola
magnanimidad del acto lo conmovió. Sin embargo, nomucho
tiempo después ya estaba nuevamente empecinado en su
determinación de matarlo. El rechazo de Saúl a las disposicio
nes de Dios lo llevaron al abismo.
Lecciones del relato
Después de leer la sección
Identifícate con la historia
jun-
to con sus alumnos, exprese en sus propias palabras lo que sigue a
continuación y analícelo con ellos.
3
Subrayen los versículos en los que se produzcan giros sig
nificativos en la trama de la historia.
3
¿Hay algo que resulte particularmente asombroso respecto
de la manera en que se relacionan los protagonistas prin
cipales del drama? Identifiquen al menos una motivación
detrás de sus actos.
3
¿Puede verse o sentirse que el Espíritu de Dios actúa en
alguna parte de la historia? Dibujen una estrella en esos
lugares.
O BÁSICO
Consejos paraunaenseñanzaóptima
Asociacióndepalabras
Una herramienta que podría utilizarse
esta semanaparaampliar el aprendizaje
de la lección es un juego de asociación.
Las instrucciones son las siguientes: Es-
cribamos lapalabraSaúl en lapizarra. Pi-
damos a los alumnos que comiencen a
decir palabras que les vengan a la me-
moria al pensar en el Saúl del Antiguo
Testamento. Escribamos estas palabras
alrededordel nombredeSaúl en lapiza
rra. Luego repitamos la actividad pero
con los nombres de David y Jonatán.
Este ejercicio es excelente para medir el
nivel de conocimiento que tienen los
alumnos sobre un determinado perso
najebíblico,ayudándonosdeesamane-
ra a saber qué información de la lección
será nueva para ellos.