Romanos 16
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Para el sábado 11 de mayo de 2019 - Los creyentes y la misión
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Lección 6
PARA LA LECCIÓN 6:
ESTA HOJA EXTRAÍBLE ES PARA LA SECCIÓN «LA CONEXIÓN CON LA VIDA»
«Les recomiendo a nuestra hermana Febe,
diaconisa en la iglesia de Cencrea. Recíbanla
bien en el nombre del Señor, como se debe
hacer entre los hermanos en la fe, y ayúdenla
en todo lo que necesite, porque ha ayudado a
muchos, y también a mí mismo.
Saluden a Priscila y Aquila, mis
compañeros de trabajo en el servicio de Cristo
Jesús. A ellos, que pusieron en peligro su
propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy
las gracias, sino también todos los hermanos
de las iglesias no judías.
Saluden igualmente a la iglesia que se
reúne en casa de Priscila y Aquila.
Saluden a mi querido amigo Epeneto, que
en la provincia de Asia fue el primer creyente en
Cristo.
Saluden a María, que tanto ha trabajado
por ustedes. Saluden a mis paisanos Andrónico
y Junias, que fueron mis compañeros de cárcel;
se han distinguido entre los apóstoles, y se
hicieron creyentes en Cristo antes que yo.
Saluden a Amplias, mi querido amigo en el
Señor.
Saluden a Urbano, nuestro compañero de
trabajo en Cristo, y a mi querido Estaquis.
Saluden a Apeles, que ha dado tantas
pruebas de su fe en Cristo; y también a los de
la familia de Aristóbulo.
Saluden a mi paisano Herodión, y a los de
la familia de Narciso que creen en el Señor.
Saluden a Trifena y a Trifosa, que trabajan
en la obra del Señor; y también a nuestra
querida hermana Pérsida, que tanto ha
trabajado en la obra del Señor.
Saluden a Rufo, distinguido creyente en el
Señor, y a su madre, que ha sido también
como una madre para mí.
Saluden a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas,
a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que
están con ellos.
Saluden también a Filólogo y a Julia, a
Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los
hermanos en la fe que están con ellos.
Salúdense los unos a los otros con un beso
santo. Todas las iglesias de Cristo les mandan
saludos.
Hermanos, les ruego que se fijen en los
que causan divisiones y ponen tropiezos, en
contra de la enseñanza que ustedes recibieron.
Apártense de ellos, porque no sirven a Cristo
nuestro Señor, sino a sus propios apetitos, y
con sus palabras suaves y agradables engañan
el corazón de la gente sencilla. Todos saben
que ustedes han sido obedientes. Me alegro de
su actitud, y quiero que muestren sabiduría
para hacer lo bueno, pero no para hacer lo
malo; así el Dios de paz aplastará pronto a
Satanás bajo los pies de ustedes.
Que nuestro Señor Jesús les dé su gracia.
Les manda saludos Timoteo, mi compañero
de trabajo; y también Lucio, Jasón y Sosípater,
mis paisanos.
Yo, Tercio, que estoy escribiendo esta
carta, también les mando saludos en el Señor.
Los saluda Gayo. Estoy alojado en su casa,
que él pone a disposición de toda la iglesia.
También los saluda Erasto, tesorero de la
ciudad, y el hermano Cuarto.
Alabemos a Dios, que puede hacerlos a
ustedes firmes conforme al evangelio que yo
anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo.
Esto está de acuerdo con lo que Dios ha
revelado de su designio secreto, el cual estuvo
oculto desde antes que el mundo existiera,
pero ahora se ha dado a conocer por los
escritos de los profetas, de acuerdo con el
mandato del Dios eterno. Este secreto del plan
de Dios se ha dado a conocer a todas las
naciones, para que crean y obedezcan.
¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para
siempre por medio de Jesucristo! Amén».