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ecuerde a sus alumnos el plan de lecturas de la serie «El Conflicto de
los Siglos». La lectura que corresponde a esta semana se encuentra en
Patriar-
cas y profetas,
capítulo 70.
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jóvenes
natal, ahora tenía la obligación de cuidar de ella. Pero en
lugar de hacerlo, la abandonó.
En esos días, ser mujer significaba no tener ningún tipo
de derechos. De manera que se disfrazó como una prostituta
y logró que su suegro se acostara con ella. Está oscuro, y ella
está cubierta con un velo, por lo que él no llega a reconocer
la. Cuando él se acuesta con ella, él le da su cayado como
promesa de que le pagará.
Unos meses después, le cuentan a Judá que Tamar, su
nuera viuda, está encinta. En una demostración de justicia
propia, Judá dice: «¡Tráiganla para aquí y quémenla en mi
presencia!» (ver Génesis 38: 24). Tamar viene trayendo el
cayado y la conducta de Judá es desenmascarada.
Rahab
Mateo sigue diciendo: «Salmón engendró, de Rahab, a
Booz» (Mateo 1: 5). Aquí se nos presenta a otra mujer gentil
y pagana. A diferencia de Tamar, no solo estaba aparentando
sino que en realidad era prostituta. En el mundo antiguo, si
una mujer no estaba casada y no estaba al cuidado de alguna
familia, le quedaban básicamente tres opciones: podía morir
se de hambre, podía ponerse a mendigar, o podía ponerse a
trabajar como prostituta.
Rut
A continuación, Mateo menciona: «Booz engendró, de
Rut, a Obed» (Mateo 1: 5).
Puede que usted recuerde la historia de Rut, pero acaso
no conozca algo relacionado con su vida. Rut no solo era
gentil sino que era moabita. Según Génesis 19: 37, los moabi
tas eran producto de una relación incestuosa entre Lot y una
de sus hijas. De acuerdo con los israelitas, los moabitas eran
considerados tan impuros que la ley decía: «No entrará el
amonita ni el moabita en la congregación de Jehová, ni si
quiera en su décima generación» (Deuteronomio 23: 3). Los
israelitas consideraban que los moabitas eran las personas
más viles del planeta.
Betsabé
Mateo aún no ha terminado: «El rey David engendró, de
la mujer que fue de Urías, a Salomón» (Mateo 1: 6). ¿Re
cuerdas a Betsabé, la mujer de Urías? Una vez más Mateo
incluye un personaje que es parte de una sórdida historia.
Urías era heteo, lo que significa que al casarse, Betsabé se
había transformado en gentil.
Pareciera ser que Mateo busca en las Escrituras hasta en
contrar las personas más despreciables que existían y enton
ces muestra la conexión que existe con Jesús. ¡Esto sí que
resulta en efecto una lectura fascinante!
III. CONCLUSIÓN
Actividad
Concluya con la siguiente actividad y resuma el tema con
sus propias palabras.
Dé a cada estudiante una cinta escarlata a manera de pre
sente navideño. Envuelva cada uno de ellos de manera indivi
dual y permítales que abran el presente al finalizar la clase. Vea
el resumen que se presenta más abajo para conectar la cinta
con los relatos del estudio de esta semana. Concluya con un
llamado para aceptar el sacrificio que Cristo hizo en la cruz.
Resumen
Comparta los siguientes pensamientos con sus propias palabras:
Piense en la cinta escarlata que está entretejida a lo largo
de la genealogía de Jesús: Tamar da a luz a gemelos. Uno de
ellos saca la mano de su cuerpo antes que el otro, y la partera
entonces le ata un hilo escarlata alrededor de la muñeca. De
esta manera podrían identificar al primogénito, indicando así
cuál de los muchachos habría de recibir la herencia. Verá
usted, hay una bendición que se va pasando de Abrahán a
Isaac a Jacob y a Judá. La bendición última, nuestra herencia
de la vida eterna, habría de ser el Libertador que nacería de
su descendencia.
Los espías le informaron a Rahab: «“Nosotros quedaremos
libres de este juramento que te hemos hecho. Cuando nosotros
entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la venta
na por la cual nos descolgaste, y reunirás en tu casa a tu padre
y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.
Cualquiera que salga fuera de las puertas de tu casa, su sangre
caerá sobre su cabeza y nosotros seremos sin culpa. Pero cual
quiera que esté en la casa contigo, su sangre caerá sobre nuestra
cabeza, si alguna mano lo toca. Y si tú denuncias este nuestro
asunto, nosotros quedaremos libres de este juramento que te
hemos hecho”. “Sea así como habéis dicho”, respondió ella.
»Luego los despidió; ellos se fueron y ella ató el cordón de
grana a la ventana» (ver Josué 2: 17-21, RV95).
«Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y
reunieron a toda la tropa alrededor de él. Le quitaron la ropa
y le pusieron un manto de color escarlata» (Mateo 27: 27-28,
NVI). En efecto, el manto escarlata es un símbolo de nuestra
herencia. Es un símbolo de nuestra bendición. Y es un símbo
lo de nuestra salvación.