cuenta de que cada familia es distinta. En
algunas familias todos los miembros tienen un
trabajo que hacer. A veces tienen hasta un
cronograma en la pared del refrigerador. Otras
familias no son tan organizadas, pero a pesar
de eso las cosas parecen marchar bien.
Tristemente, hay familias que no se llevan bien
en absoluto. Parece que jamás llegan a nada,
excepto nuevas peleas y discusiones. Otras
familias están llenas de amor, y lo pueden
expresar de diversas maneras. Algunas
parecieran no tener suficiente amor para dar.
La Biblia nos da dos analogías que ilustran
cómo debería ser la iglesia. Una es la familia. La
otra es el cuerpo humano con todas sus partes
trabajando en conjunto. Al igual que las familias,
algunos cuerpos funcionan mejor que otros y
algunas iglesias se acoplan más fácilmente que
otras. Incluso en las iglesias más exitosas hay
conflictos y malentendidos. La diferencia está en
la forma en que son manejados.
CONEXIÓN
A. LA CONEXIÓN CON EL REINO
Expresemos las siguientes ideas en nuestras
propias palabras:
Todo reino tiene sus embajadores. Un
embajador es una persona que el rey envía a un
país extranjero en representación de él y de su
reino. La Biblia dice que nosotros somos
embajadores de Cristo. Como embajadores o
agentes de Cristo, debemos llevar a cabo los
deseos de nuestro Rey.
Nuestro Rey nos ha encomendado que
vayamos al mundo y le hablemos del amor de
Dios por toda la humanidad. También nos ha
encomendado ayudar a los necesitados y amar a
los desamparados. Él no quiere que vivamos
para nosotros mismos, sino que invirtamos de
manera desinteresada nuestro tiempo, nuestro
dinero y nuestras vidas por quienes están
pasando por necesidades.
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B. LA CONEXIÓN CON LA
ILUSTRACIÓN DE LA LECCIÓN
Pidamos a alguien con anterioridad que lea o
narre la historia correspondiente a la lección
del día sábado.
Digamos: Estos son solo dos ejemplos ficticios:
el primero habla de una iglesia que comenzó a
dividirse cuando una chica comenzó a ser
criticada por la ropa que usaba; el segundo
habla de una iglesia que se dividió por sus
diferentes gustos musicales y estilos de
adoración. Preguntemos: ¿Nos parecen realistas
estas historias? ¿Son estas las clases de cosas
de las que escuchamos hablar en la iglesia?
¿Qué otras cosas conocemos que pueden dividir
a una iglesia? ¿Hay alguna clase de problemas
que no puedan ser resueltos en la iglesia? ¿Es
siempre posible hallar una manera en la que
podamos aprender a trabajar unidos?
C. LA CONEXIÓN CON LA VIDA
Compartamos la siguiente ilustración:
Leamos juntos
1 Corintios 12: 12-27
Luego
distribuyamos copias de la hoja extraíble «El
cuerpo de Cristo».
Digamos: Este versículo nos
dice que la iglesia debería trabajar unida
como un cuerpo en el que cada quien tiene
una función que cumplir. Veamos un poco
lo que sucede aquí en nuestra iglesia.
Pensemos en nuestra clase de
preadolescentes. ¿Qué «partes del cuerpo»
están representadas por las diferentes
personas?
(Demos un tiempo para intercambiar
ideas, como por ejemplo: «Las manos» son las
personas que hacen trabajos prácticos para los
demás, la «boca» son aquellos que tienen el don
de la oratoria, los «oídos» son los que escuchan,
etc.).
Digamos: Unámonos en grupos de tres
o cuatro personas para anotar la mayor
cantidad de partes del cuerpo que podamos
en la ilustración, además de los nombres
de personas o grupos de nuestra iglesia
o Escuela Sabática que representen esas
partes del cuerpo. Pensemos en los trabajos
que hacen estas personas, las funciones
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Para el sábado 25 de mayo de 2019 - La iglesia, nuestra familia
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Lección 8