Simplemente saquemos la conclusión
basándonos en la primera impresión que
tengamos al ver la foto.
Iniciemos la actividad •
Saquemos las fotos una
por una y dejemos que el grupo etiquete a las
personas en las fotos como «cristianos» o «no
cristianos». Si hay desacuerdos, demos un par
de minutos para que los jóvenes debatan por
qué juzgan que la persona es cristiana o no, y
pasemos luego a la siguiente.
Analicemos • Preguntemos: ¿En qué
basamos nuestras conclusiones? ¿Realmente
podemos juzgar si una persona es cristiana
o no con solo verla? ¿No hacen las personas
esta clase de juicios algunas veces? ¿Las
cosas que hacemos o usamos externamente
hablan de lo que somos por dentro? ¿Cómo
sabemos en la vida real quién es cristiano y
quién no?
B. ACTIVIDAD INICIAL
Preparémonos •
Sentémonos en círculo.
Escribamos la palabra «cristiano» en un pizarrón
o rotafolio frente a los alumnos.
Alistémonos • Digamos: Quiero que uno por
uno de los integrantes del círculo vaya
diciendo la primera palabra que le venga a la
mente cuando escucha el término
«cristiano». No importa si es positiva o
negativa. Puede referirse a lo que nosotros
pensamos de los cristianos o a lo que
sabemos que las demás personas piensan
de los cristianos. Solo digamos lo que se nos
ocurra. Todas las respuestas son válidas.
Iniciemos la actividad •
Hagamos la ronda al
menos una vez y escribamos en el pizarrón o
rotafolio todas las palabras que salgan a relucir.
Si la clase es pequeña, o si los estudiantes
tienen más ideas que aportar, hagamos la ronda
varias veces hasta que las ideas y sugerencias
se hayan agotado.
Analicemos •
Dediquemos unos minutos para
analizar las palabras o frases que fueron escritas
en el pizarrón. ¿Son mayormente positivas o
negativas? ¿Con qué clase de imágenes o ideas
asociamos la palabra «cristiano»? ¿Qué imagen
tienen los que nos son cristianos de lo que
significa ser «cristiano»? ¿Describen algunas de
las frases y palabras que se dijeron la clase
de cristiano que quisieras ser?
C. ACTIVIDAD INICIAL
Narremos la siguiente historia con nuestras
propias palabras:
Imaginemos que un nuevo pastor llega a
nuestra iglesia. Es muy popular y a todo el
mundo le cae bien, pero un buen día un antiguo
miembro de iglesia nos llama aparte y nos dice:
«Ten cuidado con ese pastor. Todo el mundo
piensa que él es un hombre de Dios, pero
conozco a personas de la iglesia donde él
estaba antes, ¿y sabes qué? ¡Ni siquiera es
cristiano!»
Se trata de una acusación muy delicada.
¿Cómo responderíamos a ella? Si la persona que
nos lo ha dicho es alguien de confianza y
sabemos que es una persona seria, ¿cambiaría
la imagen que tenemos del pastor? ¿En qué
cosas nos fijaríamos para asegurarnos de que él
es realmente cristiano? ¿Cómo saber si alguien
es cristiano o no? Si estuviésemos seguros de
que el pastor es cristiano, ¿qué le diríamos a la
persona que nos dijo lo contrario? ¿Qué
evidencia podríamos dar para probar que
alguien es cristiano?
CONEXIÓN
A. LA CONEXIÓN CON EL REINO
Expresemos las siguientes ideas en nuestras
propias palabras:
Todos en el reino de Cristo llevan su
nombre. Nosotros nos hacemos llamar
«cristianos» porque somos seguidores de
Cristo; pero, ¿cuánto tiempo nos tomamos
diariamente para reflexionar en ello? Algunas
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Lección 4
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Para el sábado 27 de abril de 2019 - ¿Qué significa ser «cristiano»?
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