Material auxiliar para el maestro //
Lección 7
para hablar con el pueblo, aunque después este lo rechazó y en su lugar eligió
un becerro de oro para adorar. ¿Por qué Dios nos busca sin cesar? Es porque
anhela estar cerca de nosotros. Los israelitas reclamaron la promesa de que Dios
siempre nos escucha. Como escuchó a sus antepasados, confían en que ahora
también los escuchará a ellos y les responderá. Y así es.
APLICACIÓN A LA VIDA
Así como los israelitas se dieron cuenta de que podían aprender de las
experiencias y los fracasos de sus antepasados, nosotros también podemos
aprender de los israelitas hoy.
1. ¿Qué iniciativas de los israelitas esbozadas en su oración crees que se
destacan como algo que también debemos tener en cuenta hoy?
2. ¿Qué ha hecho Dios por ti en el pasado? Escríbelo en un pedazo de papel
o dibuja una línea de tiempo de su intervención en tu vida, siguiendo
estas instrucciones:
a. Describe la vida de tu familia y su caminar con Dios. Dibuja los altibajos
y ponles nombre. Retrocede en el tiempo lo más lejos que puedas,
graficando lo que sucedió dentro de la familia. Marca el momento en
que los diferentes miembros de la familia aceptaron a Cristo. ¿Qué
notas en el dibujo?
b. Ahora, haz lo mismo con tu propia vida en un pedazo de papel.
1. Escribe en qué puntos puedes ver claramente la conducción de
Dios.
2. ¿Ves algún patrón? Si es así, ¿cuál es?
Aunque nuestros fracasos son reales, la esperanza que tenemos es que Jesús
tiene misericordia de nosotros y nos cubre con su justicia. Así como los israelitas
tenían la promesa de la gran misericordia de Dios, también la tenemos nosotros
hoy. ¿Qué puedes poner en las manos de Dios, sabiendo que Dios está lleno de
misericordia y amor por ti?
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