EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
RESEÑA
Texto clave: Nehemías 9:17.
Enfoque del estudio: Nehemías 9.
Nehemías 9 registra una oración de confesión por parte del pueblo de Is-
rael. El día 24 del séptimo mes, los israelitas se reunieron nuevamente para un
período de confesión, oración y ayuno.
Una vez más, el día comienza con la lectura del Libro de la Ley. La inmersión
en la Palabra de Dios es convincente; corporativamente, el pueblo acude a Dios
arrepentido. No obstante, no solo se arrepiente de sus pecados del momento,
sino también de los pecados de la nación a lo largo de su historia.
Ellos relatan todo lo que la nación ha hecho desde los tiempos de Abraham
al no seguir a Dios. Esto muestra un patrón de dificultades para andar con Dios,
hasta abandonarlo. Sin embargo, Dios se acerca a ellos vez tras vez y los rescata.
Admirablemente, las lecturas de la Torá los llevan a reconstruir una historia del
fracaso humano y el triunfo de Dios. La oración comienza y termina con alaban-
zas a Dios, mientras también le piden que intervenga una vez más en su favor.
Se les recordó que, así como Dios fue fiel en el pasado, continuará cuidándo-
los ahora. A pesar de las dificultades que soportan en su tierra natal mientras
construyen el Templo, los muros y la ciudad, Dios los ve y no los abandonará. Al
final, se comprometen a firmar un pacto con Dios.
COMENTARIO
Estructura de Nehemías 9
1. El pueblo lee del Libro de la Ley (Neh. 9:1-3).
2. Oración de confesión (Neh. 9:4-38).
a. Alabanzas a Dios (Neh. 9:4-8).
b. La fidelidad de Dios a pesar de la infidelidad de Israel en Egipto y en
el desierto (Neh. 9:9-22).
c. La bondad de Dios, a pesar de la infidelidad de Israel en la tierra de
Canaán (Neh. 9:23-31).
d. Alabanzas y peticiones a Dios (Neh. 9:32-38).
Lectura del Libro de la Ley
La ocasión estuvo bien organizada: los levitas leyeron las Escrituras durante
una cuarta parte del día y luego, durante varias horas más, el pueblo confesó sus
pecados y errores, y adoró a Dios. Imagina la poderosa experiencia de leer la Biblia
o escucharla durante muchas horas seguidas, seguida de confesión y alabanzas
a Dios por varias horas más, lo que parece casi increíble para una asamblea tan
grande. Esa devoción requería una atención increíble y una sed increíble de Dios.
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