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Lección 9 | Martes 26 de noviembre
¿DÓNDE ESTÁN LOS SACERDOTES?
Sinduda, como vimos ayer, fue el asombroso cumplimiento de la profecía
lo que hizo volver a los judíos desde Babilonia.
Pero, como con todo lo relacionado con los seres humanos, había pro-
blemas. Y uno de los grandes problemas era que, a pesar de todas las mara-
villosas promesas de restauración después del exilio, muchos de los judíos
no quisieron regresar a la tierra de sus antepasados. Es decir, prefirieron
quedarse en Babilonia.
¿Por qué?
LeeEsdras8:1al 15. Concéntrateespecíficamenteenel versículo15. ¿Cuál
era lagranpreocupaciónaquí, ypor qué eraunapreocupaciónparaalguien
que quería restablecer a la nación de Israel en su antigua tierra?
El hecho es que no todos los judíos de Babilonia, incluidos algunos levitas,
querían regresar. Podrían haber influido varios factores. Muchos de ellos
habían nacido y se habían criado en el nuevo país, y eso era todo lo que
conocían. Muchos quizá no querían hacer el largo viaje de regreso, que por
cierto era peligroso, a una tierra que nunca habían conocido. Sin embargo,
sabemos que finalmente consiguieron suficientes levitas para servir en el
Templo (ver la lección del jueves), a pesar de los desafíos.
“En ese momento, los judíos que permanecían en los países de su exilio
ya habían estado allí durante casi siglo ymedio. Las excavaciones realizadas
en Nipur han proporcionado numerosos documentos que demuestran que
muchos judíos ricos vivían en esa zona deMesopotamia durante el reinado
de Artajerjes I. Por eso quizás a Esdras y a sus colaboradores les haya resul-
tado difícil convencer a muchos más para que fueran con ellos a Palestina.
Los repatriados solo podrían esperar una vida ardua en la antigua patria,
con menos comodidades que las de Babilonia. En vista de estas conside-
raciones, sorprende que Esdras hubiera logrado convencer a unas dos mil
familias para que echaran su suerte con la de sus hermanos en la antigua
patria” (
CBA
3:378).
“Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”
(Hech. 14:22). ¿Qué nos dice esto acerca de la realidad de las pruebas y las dificul-
tades para aquellos que quieren servir fielmente al Señor?