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| Lección 9

Viernes 29 de noviembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee Elena de White,

El camino a Cristo

, “Cómo lograr una magnífica

renovación”, pp. 85-98.

“Hay quienes han conocido el amor perdonador de Cristo y desean real-

mente ser hijos de Dios; pero que, conscientes de la imperfección de su ca-

rácter y de su vida defectuosa, tienen la tendencia a dudar en cuanto a si sus

corazones han sido o no regenerados por el Espíritu Santo. A esas personas

quiero decirles que no cedan a la desesperación. Amenudo tenemos que, con

lágrimas en los ojos, postrarnos a los pies de Cristo, por causa de nuestras

culpas y errores; pero no hemos de desanimarnos. Aunque hayamos sido

vencidos por el enemigo, no somos rechazados ni abandonados por Dios.

No; Cristo está a la diestra de Dios, e intercede por nosotros. [...] Él desea

reconciliarte con él, quiere ver su pureza y santidad reflejadas en ti. Y si

tan solo estás dispuesto a entregarte a él, ‘el que comenzó tan buena obra

en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús’. Ora con más

fervor; creemás implícitamente. Cuando lleguemos a desconfiar de nuestra

propia fuerza, confiaremos en el poder de nuestro Redentor y alabaremos

a Aquel que es la alegría de nuestra vida” (

CC

96-97).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Piensa en Daniel 2 y cómo Daniel, hace miles de años, predijo con

tanta precisión el surgimiento y la caída de los imperios, e incluso

describió (conmucha precisión) la desunión de la Europamoderna ac-

tual. ¿Cómo podemos aprender a consolarnos en esta profecía, que nos

muestra en forma tan poderosa, incluso en medio del caos mundial,

que Dios sabe todo lo que está sucediendo e incluso lo ha predicho?

2. Dios sabe todo acerca de nosotros. Esto es reconfortante, y nos da

seguridad y la confianza de que estamos bajo su cuidado. “Ahora, así

dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No

temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú” (Isa. 43:1).

¿Cómo puedes brindarles a los demás la seguridad de la presencia y

el cuidado de Dios cuando atraviesan crisis emocionales, relacionales,

sociales o económicas?

3. Reflexiona en el tema de la lección del miércoles, cuando Esdras no le

quiso pedir ayuda al rey porque temía que sus palabras sobre la pro-

tección de Dios sonaran vacías. Sabemos, por ejemplo, que Dios sana.

Por lo tanto, esto ¿significa que estamos mostrando falta de fe en que

él nos sane si vamos al médico? Analiza este tema en clase.