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MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS

DIVISIÓN SUDAMERICANA

20

Cuando estaba por finalizar su segundo

período como misioneros, la pareja decidió

visitar a la familia por última vez. Juan pasó

una semana con ellos, durante la cual

estableció amistad con la madre y la ayudó

con ciertos trámites legales y otros asuntos

prácticos. Juanita tuvo que trabajar durante esa

semana, pero se unió a ellos el fin de semana.

La pareja obsequió a la familia una caja de

libros de historias bíblicas para niños con

bellas ilustraciones, una Biblia para cada

miembro de la familia en su lengua materna

y un ejemplar de

El conflicto de los siglos

de

Elena G. de White. Ese sábado, bajo un árbol,

dirigieron una clase especial de Escuela

Sabática y un servicio de adoración para la

comunidad. Al terminar, se despidieron.

«Fue un momento hermoso, en el que

cerramos un capítulo maravilloso de nuestras

vidas —cuenta Juan—. Oramos para que el

Señor regara las semillas que sembramos».

La experiencia en África cambió los

corazones de Juan y Juanita. Les ayudó a

entender que Elena G. de White no solo era

una autora prolífica con ideas y mensajes

proféticos, sino una mujer consagrada, con

una fe viva, que practicaba lo que predicaba,

cuidando niños necesitados en su propia casa.

«Para mí esto fue revolucionario —dice

Juan—. Muchas veces vemos misioneros

trabajando en la comunidad pero, ¿con qué

frecuencia los vemos llevar el trabajo de la

misión a sus hogares?».

«Los misioneros que hacen esto pueden

hospedar y cuidar ángeles invisibles», dijo

Juan, señalando su pasaje favorito en

El

Deseado de todas las gentes

de Elena G. de White,

capítulo 70, página 609: «Al abrir nuestra

puerta a los menesterosos y dolientes hijos de

Cristo, estamos dando la bienvenida a ángeles

invisibles. Invitamos la compañía de los seres

celestiales. Ellos traen una sagrada atmósfera

de gozo y paz. Vienen con alabanzas en los

labios, y una nota de respuesta se oye en el

cielo. Cada hecho de misericordia produce

música allí. Desde su trono, el Padre cuenta

entre sus más preciosos tesoros a los que

trabajan abnegadamente».

Juan hace un llamado de sensibilización a

los adventistas, invitándolos a vivir un

evangelio práctico. «Es necesario llevar el

trabajo misionero a nuestros hogares y, por la

gracia de Dios, alcanzar así los corazones de

los demás», dice.

«Esta experiencia transformó mi corazón

—dice Juan—, me ayudó a crecer y madurar

como misionero. Fue en la viña del Señor

donde verdaderamente me convertí en

misionero».

Consejos para la historia:

M

isión adventista

:

jóvenes y adultos

no

desea revelar las identidades reales de Juan

y Juanita, o el país donde tuvo lugar esta

historia, porque son médicos misioneros

de carrera que trabajan en partes sensibles

del mundo. Ellos pidieron que no se

publicaran sus nombres para evitar

posibles obstáculos en el trabajo futuro.

Por esa razón, no hay videos disponibles

esta semana.

• Muestre la imagen que Juan dibujó para

esta historia y que puede encontrar en el

enlace: bit.ly/fb-mq.

CÁPSULAS INFORMATIVAS

• Argentina ha eliminado trece ceros de su moneda

desde 1970, lo que equivale a un factor de 10 mil

millones.

• En promedio, un ciudadano común argentino pasa

más de veinte horas semanales escuchando la radio,

mucho más que en cualquier otro país.

• En 1891, el oficial de policía argentino Juan Vucetich

realizó la primera identificación de huellas dactilares.

• El deporte nacional de Argentina es el pato, un

juego que toma aspectos del polo y el baloncesto,

y se juega a caballo. Su nombre hace alusión a su

modalidad original, en la que se utilizaba un pato

vivo dentro de una canasta en lugar de una pelota.

Otros deportes populares son el baloncesto, el polo,

el rugby, el golf y el hockey femenino sobre hierba.