MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS
DIVISIÓN SUDAMERICANA
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«¿Adivina quién se bautizó conmigo?
—pregunta Gilberto con los ojos bien
abiertos—. Mi madre»
Antes de su bautismo, Gilberto había
llamado por teléfono a su madre para darle la
noticia. Ella había vivido durante años en el
campo brasileño con su hija Odete, que era
adventista.
—Mamá, me voy a bautizar en la iglesia
de mi hermana —le dijo.
Diez minutos después de terminar la
conversación telefónica, la madre volvió a llamar.
—¿Qué te parece si nos bautizamos
juntos? —le dijo.
—¿Estás preparada para el bautismo?
—preguntó Gilberto.
—Todos los días Odete me da lecciones
bíblicas —le respondió—. No puedo perder
la oportunidad de ir al agua contigo.
Fue bautizada a la edad de 84 y su hijo
a los 56.
Actualmente, Gilberto tiene 68 años y es
uno de los dirigentes de la pequeña
congregación, que ha bautizado a unas
doscientas personas en catorce años. Parte de
la ofrenda del decimotercer sábado de este
trimestre contribuirá a que esta congregación
se traslade del local alquilado donde funciona
actualmente a una sede propia más grande,
donde también se ofrecerán clases de cocina
saludable y seminarios de salud.
Gilberto se maravilla de la forma en que
Dios respondió a sus dos peticiones de año
nuevo. Él deseaba entender la Biblia y conocer
la iglesia que obedece todo lo que Dios pide
en las Sagradas Escrituras, y Dios lo condujo a
la Iglesia Adventista en tan solo tres días.
«Cuando me preguntan cómo llegué a esta
iglesia, simplemente respondo: El amor de
Dios me trajo, pero lo que realmente me
motivó a quedarme fue el ambiente acogedor
y amoroso que encontré aquí».
Finalmente, dice: «Creo que esta iglesia ha
logrado romper los prejuicios de muchas
personas. Aquí se bautiza gente como yo,
médicos, odontólogos, abogados y otros
profesionales, que normalmente no irían a una
iglesia. Recibimos con amor a todos aquellos
que no quieren asistir a la iglesia y una vez que
se bautizan, casi nunca se apartan de ella».
CÁPSULAS INFORMATIVAS
• Leo B. Halliwell comenzó la obra médico misionera
en barcos en el año 1931, al crear el Ministerio de
Bienestar. Él diseñó y construyó el primer
«Luzeiro»
[portador de luz] con sus propias manos, un
barco que navega por el río Amazonas. Luego, se
construyeron otros barcos para utilizarlos en los brazos
del mismo río. Con estos barcos, aún hoy se brinda
asistencia a miles de personas. Se distribuye ropa y
alimentos, se brinda atención médica primaria contra
la malaria, los parásitos intestinales, la desnutrición,
algunas enfermedades de la piel, varias enfermedades
generales y tropicales, y también asistencia dental.
• En Brasil se encuentra el Seminario Adventista
Latinoamericano de Teología, específicamente en
Brasilia.
• Brasil es el país más grande de América del Sur y la
quinta nación más grande del mundo. Tiene forma
de un enorme triángulo, situado en el lado Este del
continente. La costa de Brasil tiene una extensión de
7.400 kilómetros en el Océano Atlántico. Todos los
países de América del Sur tienen frontera con este
país, excepto Chile y Ecuador.
• Casi en su mayoría, la población brasileña desciende
de tres grupos étnicos: los indígenas, los colonos
europeos (principalmente de Portugal) y los africanos.
• En Río de Janeiro, Brasil, se organiza la fiesta de
carnaval más grande del mundo. Cada año, alrededor
de dos millones de personas salen a las calles de
Río para disfrutar de la música, el baile, los disfraces
elaborados y los desfiles.
Consejos para la historia:
• Vea un video de Gilberto en el enlace:
bit.ly/Gilberto-Silva.
• Muestre las fotos relacionadas con esta
historia que aparecen en el enlace:
bit.ly/fb-mq.