Previous Page  88 / 98 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 88 / 98 Next Page
Page Background

cambian su imagen, los llevan a Hollywood, y los

ponen frente a miles de personas. Después los

abochornan en público dando a conocer la broma

en una transmisión en vivo por televisión nacional.

La cara de desilusión y de molestia de estos

concursantes es desoladora. Este programa tuvo

los mayores niveles de audiencia en esta cadena.

Analicemos • Preguntemos: ¿Cuál debería ser

nuestra respuesta como cristianos ante esta

clase de entretenimientos?

(Burlarnos de

otros está mal, y menos a ese nivel).

¿Qué le

diríamos a uno de los concursantes de este

programa? ¿Cómo podemos apoyar

programas como este que se alejan tanto de

lo que Dios quiere que hagamos? La

respuesta más fácil sería «apagar el

televisor»; sin embargo, ¿alcanza con eso?

(¿Deberíamos como cristianos buscar trabajo

dentro de la industria de manera de influir con

el amor de Cristo en los programas de

televisión, las películas y la música?)

CONEXIÓN

A. LA CONEXIÓN CON EL REINO

Expresemos las siguientes ideas en nuestras

propias palabras:

Si realmente queremos ser ciudadanos del

reino de Dios mientras vivimos en esta tierra

llena de maldad, tenemos que alimentar

deliberadamente nuestra mente con contenido

mediático que refuerce y apoye nuestros lazos

con el reino de Dios. Es como cuando una

familia se muda a un país donde se habla otro

idioma. Los miembros de la familia que se

mezclan con la sociedad de ese país aprenden

más fácilmente el nuevo idioma, mientras que

los que solo hablan su lengua materna tienden

a tener más dificultades para acoplarse a la

nueva sociedad. Nosotros hemos nacido en el

reino de Satanás, y la naturaleza humana habla

su idioma. Cuando escogemos ser parte del

reino de Dios, es necesario que comencemos a

hablar el nuevo idioma y que dejemos de lado

4

86

Para el sábado 22 de junio de 2019 - Los medios y el entretenimiento (primera parte)

Lección 12

el idioma anterior, para que jamás olvidemos a

quién pertenecemos ahora. De esta manera, al

poco tiempo estaremos hablando como

ciudadanos del reino de Dios.

Preguntemos: Los medios de comunicación

están presentes en nuestra vida, y esto es

algo que no podemos evitar. Pero, ¿qué

alternativas tenemos a sentarnos todas las

noches a ver televisión? ¿Cuán creativos

podemos ser a la hora de entretenernos?

¿Tenemos que depender continuamente de

otros para que nuestra vida sea interesante?

B. LA CONEXIÓN CON LA

ILUSTRACIÓN DE LA LECCIÓN

Pidamos a alguien con anterioridad que lea o

narre la historia correspondiente a la lección

del día sábado.

Tengamos suficientes guías de

programación de televisión para compartir con

los grupos. Pidamos después a todos los

estudiantes que escriban todos los programas

que quieran (o que tengan pensado) ver en la

semana entrante. A continuación, hagamos

que el grupo sume las horas de televisión que

piensan ver esa semana. Los números podrían

asustarnos. Preguntemos luego cuánto tiempo

tienen pensado dedicar a conversar con sus

padres (es posible que ni siquiera hayan

pensado en eso), a hacer sus tareas, estudiar

la Palabra de Dios, trabajar, etc.

Este ejercicio debería ilustrar cuán ciertas

son las estadísticas que aparecen en la

lección del estudiante. Pareciera que todos

estamos obsesionados con lo que sale de esa

caja, que está presente en más del 95 por

ciento de los hogares.

C. LA CONEXIÓN CON LA VIDA

Compartamos la siguiente ilustración:

Todos nuestros amigos deciden alquilar una

película para un encuentro el sábado por la

noche. El único problema es que quieren ver

una película que hace tiempo que nosotros

decidimos no ver. Aunque la película ha recibido