cambian su imagen, los llevan a Hollywood, y los
ponen frente a miles de personas. Después los
abochornan en público dando a conocer la broma
en una transmisión en vivo por televisión nacional.
La cara de desilusión y de molestia de estos
concursantes es desoladora. Este programa tuvo
los mayores niveles de audiencia en esta cadena.
Analicemos • Preguntemos: ¿Cuál debería ser
nuestra respuesta como cristianos ante esta
clase de entretenimientos?
(Burlarnos de
otros está mal, y menos a ese nivel).
¿Qué le
diríamos a uno de los concursantes de este
programa? ¿Cómo podemos apoyar
programas como este que se alejan tanto de
lo que Dios quiere que hagamos? La
respuesta más fácil sería «apagar el
televisor»; sin embargo, ¿alcanza con eso?
(¿Deberíamos como cristianos buscar trabajo
dentro de la industria de manera de influir con
el amor de Cristo en los programas de
televisión, las películas y la música?)
CONEXIÓN
A. LA CONEXIÓN CON EL REINO
Expresemos las siguientes ideas en nuestras
propias palabras:
Si realmente queremos ser ciudadanos del
reino de Dios mientras vivimos en esta tierra
llena de maldad, tenemos que alimentar
deliberadamente nuestra mente con contenido
mediático que refuerce y apoye nuestros lazos
con el reino de Dios. Es como cuando una
familia se muda a un país donde se habla otro
idioma. Los miembros de la familia que se
mezclan con la sociedad de ese país aprenden
más fácilmente el nuevo idioma, mientras que
los que solo hablan su lengua materna tienden
a tener más dificultades para acoplarse a la
nueva sociedad. Nosotros hemos nacido en el
reino de Satanás, y la naturaleza humana habla
su idioma. Cuando escogemos ser parte del
reino de Dios, es necesario que comencemos a
hablar el nuevo idioma y que dejemos de lado
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Para el sábado 22 de junio de 2019 - Los medios y el entretenimiento (primera parte)
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Lección 12
el idioma anterior, para que jamás olvidemos a
quién pertenecemos ahora. De esta manera, al
poco tiempo estaremos hablando como
ciudadanos del reino de Dios.
Preguntemos: Los medios de comunicación
están presentes en nuestra vida, y esto es
algo que no podemos evitar. Pero, ¿qué
alternativas tenemos a sentarnos todas las
noches a ver televisión? ¿Cuán creativos
podemos ser a la hora de entretenernos?
¿Tenemos que depender continuamente de
otros para que nuestra vida sea interesante?
B. LA CONEXIÓN CON LA
ILUSTRACIÓN DE LA LECCIÓN
Pidamos a alguien con anterioridad que lea o
narre la historia correspondiente a la lección
del día sábado.
Tengamos suficientes guías de
programación de televisión para compartir con
los grupos. Pidamos después a todos los
estudiantes que escriban todos los programas
que quieran (o que tengan pensado) ver en la
semana entrante. A continuación, hagamos
que el grupo sume las horas de televisión que
piensan ver esa semana. Los números podrían
asustarnos. Preguntemos luego cuánto tiempo
tienen pensado dedicar a conversar con sus
padres (es posible que ni siquiera hayan
pensado en eso), a hacer sus tareas, estudiar
la Palabra de Dios, trabajar, etc.
Este ejercicio debería ilustrar cuán ciertas
son las estadísticas que aparecen en la
lección del estudiante. Pareciera que todos
estamos obsesionados con lo que sale de esa
caja, que está presente en más del 95 por
ciento de los hogares.
C. LA CONEXIÓN CON LA VIDA
Compartamos la siguiente ilustración:
Todos nuestros amigos deciden alquilar una
película para un encuentro el sábado por la
noche. El único problema es que quieren ver
una película que hace tiempo que nosotros
decidimos no ver. Aunque la película ha recibido