Acerquémonos dos pasos hacia la barra
de equilibrio si dormimos al menos ocho
horas todas las noches. Si no, alejémonos
dos pasos de ella.
Acerquémonos un paso hacia la barra de
equilibrio si no hemos tomado decisiones
deshonestas esta semana. De lo contrario,
alejémonos un paso.
Si leímos la Biblia cinco días esta
semana, acerquémonos dos pasos hacia la
barra.
¿Decidimos ayudar a un amigo o
miembro de nuestra familia esta semana? Si
es así, acerquémonos un paso hacia la barra
de equilibrio. Si no es así, alejémonos un
paso.
¿Oramos al menos dos veces al día esta
semana? Si la respuesta es no, alejémonos
tres pasos de la barra. Si es sí,
acerquémonos tres pasos a la barra.
Si el tiempo que invertimos hablándoles
de Dios a nuestros amigos esta semana es
igual al tiempo que invertimos hablando de
otras cosas, acerquémonos un paso a la
barra de equilibrio. Si no fue así, alejémonos
un paso de la barra.
Analicemos •
Reunamos nuevamente a todos a
nuestro alrededor y
preguntemos: ¿Cómo
quedó nuestra posición de «equilibrio» al
finalizar el juego? ¿Cómo nos sentimos al
tener que admitir algo que nos
«desequilibraba»?
¿En qué se parece esta experiencia al
equilibrio que debemos tener en la vida?
¿Qué otras cosas pueden hacernos «perder
el equilibrio»?
B. ACTIVIDAD INICIAL
Preparémonos •
Peguemos varias tiras de cinta
adhesiva de 2.5 m de largo en varios lugares de
la habitación. Si es posible, peguemos una tira de
2.5 m por cada tres o cuatro estudiantes de la
clase. Ubiquemos doce tazones o cuencos en el
medio de la habitación, cada uno etiquetado
como sigue: Decisiones, Ejercicio, Líquidos,
Medio ambiente, Fe, Descanso, Aire,
78
•
Para el sábado 15 de junio de 2019 - Con equilibrio y moderación
•
Lección 11
Temperancia, Integridad, Optimismo, Nutrición,
Participación social. Pongamos cierta cantidad de
habichuelas o frijoles (o de relleno en forma de
frijoles) dentro de los envases y un vaso de papel
pequeño de 60 ml. También necesitaremos un
plato de papel o plástico para cada estudiante.
Alistémonos • Digamos: El Departamento de
Temperancia de la iglesia ha identificado
doce cosas en las que tenemos que ser
equilibrados a fin de llevar una vida sana.
Sabremos lo que representa cada letra al
leer la etiqueta de cada envase. Estas cosas
son las siguientes: D—Decisiones,
E—Ejercicio, L—Líquidos, M—Medio
ambiente, F—Fe, D—Descanso, A—Aire,
T—Temperancia, I—Integridad,
O—Optimismo, N—Nutrición,
P—Participación social. Antes de comenzar,
cada uno deberá sacar una pequeña cantidad
de habichuelas o de relleno en forma de frijol
de cada envase y colocarlo en su plato.
Iniciemos la actividad •
Dividamos a los
estudiantes en partes iguales y pidamos a cada
grupo que se ubique al final de una de las líneas de
cinta adhesiva. Pidamos a la primera persona de la
fila que levante el plato más arriba de la cabeza,
que cierre los ojos y que dé cinco vueltas sobre su
propio eje. Entonces pidámosle que abra los ojos y
que camine por la «barra de equilibrio» sin que se
caiga nada de lo que hay en el plato. No dejemos a
ningún estudiante fuera de la actividad.
Analicemos • Preguntemos: ¿Fue fácil
mantener el equilibrio sin esparcir lo que
teníamos en el plato? ¿Por qué sí o por qué
no? ¿Cómo nos sentimos cuando tratamos de
mantener nuestro equilibrio y el equilibrio de
las cosas en el plato? ¿En qué se parece esta
actividad al equilibrio que es preciso que
mantengamos cada día? ¿Qué clase de cosas
nos hacen «perder el equilibrio»?
C. ILUSTRACIÓN INICIAL
Narremos la siguiente historia con nuestras
propias palabras: