Demos tiempo a los estudiantes para que
expresen sus primeras reacciones. Seguidamente
preguntemos:
¿Cómo aprendimos a practicar deportes?
(Mi
padre me enseñó; practicando mucho; nací con ese
don; en último término, todos nuestros talentos y
habilidades provienen de Dios, nuestro Creador).
¿Cuán
importante es la decisión que tomemos en esta
situación particular?
(Dios nos creó con libre albedrío;
es decir, con la libertad de elegir, y esta es una gran
responsabilidad).
¿Nos ayuda Dios de alguna manera
cuando tomamos decisiones difíciles?
Pidamos que
algunos voluntarios lean los siguientes textos:
Jeremías
10: 23; Miqueas 6: 8; Deuteronomio 30: 19.
Dios no
nos deja solos en el valle de la indecisión. Él nos ha
dado su Palabra).
¿Con qué otro recurso contamos
para tomar la mejor decisión ante situaciones
difíciles?
Busquemos y leamos
Isaías 30: 21
(El Espíritu
Santo está allí para decirnos, por medio de la
conciencia, lo que es bueno y lo que es malo).
Una vez
que hemos decidido lo que creemos es correcto,
¿qué pasa si realmente no queremos hacer lo
correcto?
Pidamos a un voluntario que lea Filipenses 2:
12, 13.
¿Qué nos promete este texto?
(«Llevar a cabo
los buenos deseos» significa que Dios nos ayudará
incluso con el deseo y con la voluntad de hacer lo que
él nos ha pedido).
El motivo principal para tomar la
decisión correcta tiene que ser siempre nuestro
amor por Dios y el respeto a nuestra condición de
agentes de su reino.
PRÁCTICA
A. ACTIVIDAD PRÁCTICA
Distribuyamos el cuestionario «¿Qué haríamos
nosotros?» y la lección de esta semana. Pidamos a los
estudiantes que trabajen en parejas con las secciones
de los días lunes y miércoles de la lección, para que
tengan diferentes puntos de vista. Recordémosles
usar como referencia los textos que acabamos de leer
y lo que se discutió unos minutos atrás. En el
cuestionario también se pide que usen como
referencia la sección del día viernes de su lección.
Cuando hayan tenido suficiente tiempo, pidamos
que se junten de nuevo.
Preguntemos: ¿Cuál fue la
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fuerza motivadora detrás de nuestra decisión?
¿Qué revelan nuestras decisiones sobre nosotros?
¿Quiénes tuvieron que tomar decisiones difíciles
en la Biblia? ¿Cómo las afrontaron?
Digamos: Nuestras decisiones determinan
nuestra vida. Lo que elegimos hacer o no hacer
define la persona que seremos. Las decisiones
son también reflejos de nuestros valores,
nuestra cultura y personalidad.
B. PREGUNTAS PRÁCTICAS
1. ¿Qué directrices nos ofrece la Biblia para los
momentos de tomar decisiones?
2. ¿De qué manera reflejan nuestras decisiones la
clase de persona que somos?
3. ¿Cómo podemos convertirnos en mejores
representantes del reino de Dios?
4. ¿Cómo podemos estar seguros de que hemos
tomado la decisión correcta?
5. ¿De qué manera nuestras decisiones
determinan nuestra vida?
6. ¿Cómo afectan o influyen nuestras decisiones a
las personas que nos rodean? Expliquemos
nuestra respuesta.
CONCLUSIÓN
RESUMEN
Concluyamos la clase con las siguientes ideas,
expresadas con nuestras propias palabras:
Como agentes activos del reino de Dios, es
nuestra responsabilidad representar a nuestro reino
con lo mejor de nuestras capacidades. Cada decisión
que tomemos tiene una influencia directa en el reino.
Imaginemos que estamos en el ejército y que hemos
sido enviados a combatir. Cuando la batalla está por
comenzar, en vez de pelear, decidimos darnos vuelta
y correr porque tenemos miedo o nos preocupa lo
que nos pueda suceder. ¿Qué clase de influencia
tendrá nuestra decisión en nuestro país? Fijemos
nuestra mente en Dios cada vez que tengamos
que tomar una decisión. Pidamos su ayuda para que
podamos convertirnos en mejores representantes de
su reino por medio de las decisiones que tomemos.
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Lección 10
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Para el sábado 8 de junio de 2019 - Cuando tomamos decisiones
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