Previous Page  19 / 64 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 19 / 64 Next Page
Page Background

lguna vez escuchaste a tu mamá que te llamaba,

pero te hiciste el desentendido? En la historia de

hoy ocurrió todo lo contrario. Samuel escuchó que

alguien lo llamaba y trató de responderle.

ste niño había sido una respuesta a las

oraciones de su madre. Ana había pedido a

Dios que le diera un hijo. Le había prometido a Dios

que el hijo que le diera se lo iba a dedicar como

siervo suyo. Esa fue la razón por la que Ana llevó al

pequeño Samuel a vivir con el sacerdote Elí en el

tabernáculo. Samuel y el sacerdote llegaron a tener

una relación muy cercana.

«Samuel era servicial y afectuoso, y ningún

padre amó jamás a un hijo más tiernamente que

Elí a este joven» (

Patriarcas y profetas,

cap. 55

,

p. 557).

Cuando Elí se fue haciendo mayor, se llenó de

ansiedad y de tristeza por la mala conducta de sus

propios hijos y «buscaba consuelo en Samuel»

(

ibíd.

). Samuel llegó a convertirse en el gozo y

deleite del anciano sacerdote. Y Samuel amaba

mucho a este hombre.

En aquellos días el Señor no le hablaba

directamente a la gente con mucha frecuencia. Pero

pronto le hablaría a Samuel en una forma no

acostumbrada.

A Elí le estaba fallando la vista. Estaba casi

ciego y necesitaba la ayuda de Samuel. Una noche,

Elí estaba acostado en su cama y también Samuel

estaba acostado en su propia habitación.

Samuel se estaba quedando dormido, cuando

de pronto escuchó una voz que le dijo:

—¡Samuel!

Samuel se levantó inmediatamente. Había una

lámpara que todavía seguía encendida. ¿Será que

Elí lo necesitaba?

Samuel se fue a la habitación de Elí.

—Aquí estoy —le dijo al sacerdote—. ¿Me has

llamado?

Pero Elí le dijo:

—Yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.

Samuel regresó silenciosamente a su cama.

«

Estoy seguro de que Elí me llamó»,

pensó mientras

cerraba los ojos.

Nuevamente Samuel escuchó la misma voz que

lo llamaba:

—¡Samuel! ¡Samuel!

El muchacho volvió a sentarse en la cama y

miró a su alrededor. Luego se bajó de la cama y se

apresuró a ir al lado de Elí.

—¡Aquí estoy! —le dijo—. ¿Otra vez me has

llamado?

—No, Samuel, yo no te he llamado —respondió

Elí—. Vuelve a la cama.

Así que Samuel regresó a su cama. «

Estoy seguro

de que oí a Elí llamarme»

, pensó mientras se metía

otra vez debajo de la cobija.

1 Samuel 3;

Patriarcas y profetas

, cap. 57, pp. 569, 570.

¿

A

Estoy escuchando

¿

A

18

E

E

4

Lección