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MISIÓN NIÑOS

DIVISIÓN SUDAMERICANA

27

Perú

22 de junio

R

enzo

y

las

tardes

de

sábado

Renzo, de once años, no duerme la siesta ni

juega con sus amigos después del servicio de adoración

de los sábados, ya que después del almuerzo, sale con

su padre a visitar a personas que se han alejado de

la iglesia.

El pastor le entrega a su padre, que es un anciano de

la iglesia, una lista con los nombres y las direcciones

de los hermanos que se han apartado de la iglesia.

Renzo y su padre van a la primera casa de la lista en

Pucallpa, su ciudad natal en Perú

[señale Perú en un mapa].

Cuando llegan a la casa, llaman a la puerta.

Por lo general, abre la puerta la persona que se ha alejado de la iglesia.

—Hola —dice su padre—. Estamos aquí para visitarte y orar contigo.

Nadie les cierra la puerta. Siempre los reciben y los invitan a entrar. En ocasiones, la

persona a quien visitan está sola, pero algunas veces otros miembros de la familia están

también en la casa.

Al entrar, el padre ora:

—Señor, te pedimos que te quedes en el corazón de este hombre. Oramos para que

regrese a la iglesia algún día.

Luego, el padre de Renzo dice:

—Permíteme compartir algunos versículos de la Biblia contigo.

Seguidamente abre la Biblia y lee algunos versículos sobre cómo Dios nos perdona.

Luego, los invita a regresar a los brazos de Jesús. Especialmente le gusta leer el Salmo 23,

que comienza diciendo: «El Señor es mi Pastor, nada me faltará». También lee la historia

del Hijo Pródigo, en Lucas 15: 11-32.

Después de leer la Biblia, Renzo y su padre invitan a toda la familia a cantar dos

himnos. Uno de ellos siempre es: «Que mi vida entera esté».

Cuando terminan de cantar, el padre de Renzo pregunta por qué se han alejado de la

iglesia.

—¿Cómo está tu vida espiritual? —, añade después.

También pregunta por el bienestar de la familia y al final de la visita, los invita a ir a la

iglesia el siguiente sábado.

A veces, el padre ora antes de irse y otras veces lo hace Renzo, que dice:

—Dios mío, ayuda a este hombre a comprender tu amor. Te pedimos que Jesús pueda

perdonar sus pecados. En el nombre de Jesús, amén.

Cada visita dura aproximadamente treinta minutos, y juntos visitan dos hogares cada

sábado antes de que comience el programa de la tarde en la iglesia.

A Renzo le gusta mucho leer la Biblia y los libros de Elena G. de White. En

una ocasión, organizó un programa vespertino sobre la venida de Jesús, basado en el libro

de Elena G. de White,

Eventos de los últimos días.

En un mes, Renzo y su padre visitaron a quince personas, y cinco de ellos regresaron a

la iglesia.

Renzo Flores, 11