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| Lección 11
Lunes 9 de diciembre
LOS LEVITAS EN LOS CAMPOS
Lee Nehemías 13:10 al 14. ¿Qué intenta solucionar Nehemías aquí?
Los cantantes, los guardianes y otros servidores del Templo tuvieron
que volver a trabajar al campo para alimentar a sus familias, porque el
pueblo no estaba sosteniendo la obra de Dios. Todo el sistema de diezmos
y ofrendas que fue establecido con tanto cuidado ahora estaba en ruinas.
Nehemías tuvo que empezar de nuevo. El acto de arrojar todo afuera de la
habitación muestra desesperación.
“No solo se habia profanado el Templo, sino también se habia dado una
aplicacion incorrecta a las ofrendas. Esto propendio a desalentar la libera-
lidad del pueblo. Habiendo este perdido su celo y su fervor, le costabamucho
pagar sus diezmos. La tesoreria de la casa del Senor estaba mal provista, y
muchos de los cantores y otros empleados en el servicio del Templo, al no
recibir suficiente sustento, habian dejado la obra de Dios para trabajar en
otra parte” (
PR
456).
Es fascinante ver que todo Judá se volvió a reunir y reconstruyó lo que
se había destruido. El pueblo estaba de parte de Nehemías contra Tobías y
Eliasib, porque debieronde haber notado queNehemías hacía todo lo posible
en beneficio del pueblo. Además, Nehemías les confió los cargos de super-
visores de los terrenos del Templo a hombres a quienes consideraba fieles
y dignos de confianza. A ellos se les encomendó la tarea de recolectar los
diezmos y las ofrendas, asegurarse de que las mercaderías se almacenaran
correctamente y distribuir los recursos a las partes correspondientes. En
otras palabras, Nehemías entró y arrancó de raíz el sistema corrupto de
liderazgo, aparentemente de un plumazo.
Aunque Nehemías designó a hombres fieles en la organización del
Templo, el corrupto sumo sacerdote, Eliasib, no perdió su puesto, ya que se
transmitía a través de los descendientes de Aarón. Su trabajo en el Templo
es posible que haya quedado paralizado por las medidas de Nehemías de
asignar a otros para algunas de las responsabilidades del sumo sacerdote,
pero él todavía seguía siendo el sumo sacerdote.
Nehemíashabíaorado: “¡Recuerdaesto, Diosmío, y favoréceme; noolvi-
des todo el bien que hice por el Templo demi Dios yde su culto!” (Neh. 13:14,
NVI). ¿Por qué era tan humana esta oración?