117
| Lección 10
Jueves 5 de diciembre
SACERDOTES Y LEVITAS
COMO PARTE DE LA ADORACIÓN
Lee Nehemías 12:44 al 47. ¿Por qué se regocijó Judá “con respecto a los
sacerdotes y levitas que servían”? ¿Por qué eran importantes?
¿Qué simbolizaba el trabajo de los sacerdotes (que eran levitas)? Ver
Hebreos 9:1 al 11.
“La intercesion de Cristo por el hombre en el Santuario celestial es tan
esencial para el plan de la salvacion como lo fue su muerte en la Cruz. Por
medio de su muerte dio inicio a esa obra para cuya conclusion ascendio al
cielo despues de su resurreccion. Por la fe debemos entrar velo adentro,
‘donde Jesus entro por nosotros como precursor’ (Heb. 6:20)” (
CS
479).
Nuevamente, aunque el pueblo de ese entonces indudablemente no tenía
la luz que tenemos hoy, entendía lo suficiente como para saber que la obra de
los levitas, que solo podían servir en el Templo, eramuy importante. Estaban
entusiasmados de que la obra de Dios se llevara a cabo a través de ellos.
La naciónhabía dedicado tiempo a leer la palabra deDios, a orar, adorar y
rededicarse a él. Enmedio de todo esto, se dieron cuenta de que losministe-
rios del Templo habían sido descuidados y debían ser restaurados. Ahora que
se volvían a establecer, el pueblo se regocijó por la importante obra que los
levitas harían en su nombre. Dios le recalcó a la nación que los ministerios
del Templo eran parte de su plan para la adoración.
Desgraciadamente, amenudodamos por sentado a los pastores, losmaes-
tros de la Palabra y los músicos. Incluso durante la época de Nehemías, el
apoyo a los levitas a veces era enérgico y otras veces muy débil. Los levitas
muchas veces tenían que dedicarse a otros trabajos para poder mantener a
sus familias, porque el pueblo dejaba de diezmar y de dar ofrendas.
Sin diezmos ni ofrendas, no existe una iglesia mundial organizada. Si
queremos que nuestrosministerios continúen, debemos comprometernos a
apoyar a nuestros pastoresmediante contribucionesmonetarias y también
expresándoles nuestro reconocimiento. La iglesia quizá nunca sea perfecta,
pero eso no debería impedir que demos voluntariamente para que la obra
de Dios pueda continuar en todo el mundo.