70 LECCIÓN OCHO
C. Protección secreta
Entregue a cada alumno una hoja de periódico. Diga:
Rompan el periódico en
pedazos y hagan una bola con cada trozo.
Pida a un voluntario o elija a alguien que
tenga puesto algo rojo, o elíjalo por alguna otra cosa trivial.
Cuando cuente hasta tres,
vamos a bombardear con bolas de papel a [nombre del voluntario].
Cuente hasta tres.
Cuando llegue a «dos» tenga listo un ayudante adulto que diga: «Un momento» y le pida
que sostenga el otro extremo de una cobija. Sostengan la cobija frente al alumno voluntario. Diga entonces:
«tres».
Para reflexionar
Pregunte tanto al voluntario como a quienes lanzan las bolas de papel periódico:
¿Qué pensaron
cuando colocamos la cobija enfrente? ¿Por qué? Algunas veces, cuando servimos voluntariamente a
Dios, no sabemos cuáles van a ser las circunstancias; pero no importa lo difíciles que sean, Dios está
siempre con nosotros. En nuestra historia bíblica de hoy, Daniel tuvo que hacer algo muy difícil. Pero
Dios estaba con él y estará también con nosotros. Vamos a repetir el mensaje de hoy:
PUEDO SERVIR A DIOS DONDEQUIERA QUE ME ENCUENTRE.
Experimentando la historia
Invite a un adulto varón a
vestirse a la usanza los tiempos
bíblicos y a relatar la historia
de la lección.
Anime a sus alumnos a
participar mientras escuchan la
historia.
Cuando usted diga: Sus alumnos:
Daniel
. . . . . . . . . . . . . . .
Levantarán sus pulgares.
Dios
. . . . . . . . . . . . . . . . .
Señalarán hacia el cielo.
Relate la historia
Soy el rey Nabucodonosor. Seguramente han
oído hablar de mí. Conquisté Judea hace un tiempo
y me traje a sus más destacados habitantes para
que trabajaran para mi reino. Cuatro de los jóvenes
cautivos eran sobresalientes:
Daniel
, Sadrac, Mesac
y Abednego. Cuando llegaron, rehusaron comer de
mi mesa y eligieron comer alimentos más sencillos.
Parece que eso no les afectó su inteligencia.
Daniel
interpretó un sueño que yo había tenido
sobre los reinos de la tierra. Por supuesto, mi reino
de Babilonia era el primero, pero me turbaba que
hubiera otros reinos que vendrían después. Pensaba
en ello cuando me acostaba en la noche. Me
impresioné mucho cuando
Daniel
no solo
interpretó mi sueño, sino que también me dijo lo
que había soñado. Su
Dios
parece ser el verdadero
Dios.
Tuve otro sueño que nadie podía interpretar.
Ninguno de los sabios del reino me podía decir lo
que significaba. Hice traer a
Daniel
con la
esperanza de que me ayudara. El sueño era muy
sencillo. En mi sueño vi un enorme árbol en medio
de un campo. Era muy grande y parecía llegar al
cielo. Sus hojas eran hermosas y estaba lleno de
frutos. Las aves hacían nido en sus ramas y los
animales se refugiaban debajo de él. Entonces vi de
pronto a un mensajero santo y escuché una fuerte
voz del cielo que decía: «¡Derriba el árbol! Córtale
las ramas! Di a los animales que se vayan de debajo
de él y a las aves que encuentren otro lugar para
2
Necesita:
• periódicos
• cobija
Necesita:
• adulto varón
• vestimenta de
los tiempos
bíblicos
Lección bíblica