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55

 HAZ 

la actividad

que aparece en la

página 60.

 APRENDE 

Comienza a

memorizar el texto

clave.

Sábado

versículo

para

memorizar

«¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que envió

a su ángel para salvar a sus siervos fieles, que no cumplieron

la orden del rey, prefiriendo morir antes que arrodillarse y

adorar a otro dios que no fuera su Dios!» (Daniel 3: 28).

¿Te has sentido presionado a hacer algo que no querías

hacer? Si has pasado por esta experiencia comprenderás

cómo se sintieron Daniel y sus amigos cuando el rey y toda

la ciudad se arrodillaron delante de una estatua de oro y

ellos se negaron a hacerlo.

D

aniel captó la atención del rey Nabucodonosor poco

tiempo después de llegar a Babilonia. En el período de un año, el rey

tuvo un sueño acerca de una estatua rara y quiso desesperadamente que

alguien lo interpretara. Daniel oró para que Dios lo ayudara y pudo

explicar a Nabucodonosor el enigma de la estatua, la profecía que

representaba y los reinos que seguirían al Imperio Babilónico de

Nabucodonosor. Daniel fue recompensado con un elevado cargo en el

reino. Él pidió que sus amigos, conocidos ahora por nuevos nombres

babilónicos, Sadrac, Mesac y Abednego, tuvieran trabajos importantes en

el gobierno.

Nabucodonosor reconoció el poder del Dios de Daniel después de que

su sueño fue interpretado. Pero no quería aceptar la profecía

concerniente a que su reino no sería eterno. Todo lo que podía recordar

de la interpretación de Daniel eran las palabras: «Tú eres la cabeza de

oro». Sus consejeros le sugirieron que hiciera una estatua como la que

había visto en su sueño, pero que la hiciera toda de oro macizo para

representar un reino eterno e indestructible.

Los babilonios eran adoradores de los ídolos. Habían hecho estatuas

espléndidas de sus diferentes dioses. Pero nunca habían visto una imagen

como esta. Su altura era como un edificio de nueve pisos y estaba hecha

de oro macizo; la estatua se podía observar desde las afueras de la ciudad.

La ceremonia de dedicación para esta imagen era un acto de adoración y

un juramento de fidelidad a Babilonia. Se esperaba que todos los

funcionarios del gobierno estuvieran presentes.

Alabamos a

Dios confiando

en que él está

con nosotros

en cualquier

situación.

m

e

n

s

a

j

e