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Miércoles 5 de junio

DIOS DICE. . .

Josué 24: 15

«Pero si no quieren servir al Señor, elijan hoy a quién van a servir: si a los dioses a

los que sus antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los

amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al

Señor».

Proverbios 8: 10

«En vez de plata y oro fino, adquieran instrucción y conocimiento».

Mateo 7: 13, 14

«Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la

perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el

camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran».

Romanos 12: 2

«No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su

manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la

voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es

perfecto».

1 Corintios 16: 13, 14

«Manténganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza. Y todo

lo que hagan, háganlo con amor».

Efesios 5: 15

«Por lo tanto, cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con

sabiduría».

Santiago 1: 5-8

«Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues

Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Pero tiene que pedir

con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el

viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del

Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su

conducta».

Martes 4 de junio

¿Y ENTONCES?

En vez de tener que decidir por uno en detrimento de otro, es mucho más fácil

ubicarnos a ambos lados de las expectativas de los demás. Nuestros padres esperan

una cosa de nosotros; nuestros amigos esperan algo distinto. Nosotros sabemos lo

que está bien y lo que está mal, pues suelen ser cosas muy evidentes. Pero la vida

es mucho más fácil cuando podemos hacer que todos estén felices. ¿No es así?

Ya no somos niños. Estamos en una etapa de transición —esa zona gris entre la

niñez y la adultez— que comienza en los primeros años de nuestra adolescencia.

Pero seamos honestos: esta etapa no siempre es divertida. Ahora somos

responsables de nuestras decisiones. Si tomamos la decisión equivocada no se va a

acabar el mundo, pero tendremos que hacer frente a las consecuencias. Toda

decisión tiene consecuencias, resultados. Es algo que siempre debemos tener en

cuenta.

Entonces, ¿qué vamos a hacer con toda esta libertad de tomar nuestras propias

decisiones? ¿Sentimos que nos sería útil que alguien nos ayudara, pero nos cuesta

admitirlo ante nuestros amigos y nuestros padres? Está bien. Todo el mundo

necesita orientación, alguien que sepa de lo que estamos hablando y nos diga: «Esto

es lo que va a pasar si te metes por la puerta A. Pero si te metes por la puerta B vas

a tener serios problemas». Así como los presidentes de las naciones actuales tienen

consejeros y asesores que los ayudan a tomar las mejores decisiones, permitamos

que Dios y su Palabra sean nuestros consejeros.

¿Quién sabe en quién es mejor confiar? Dejemos que Dios sea nuestro consejero

personal. Tal vez las decisiones que tomemos no sean siempre las más fáciles o las

que nos hagan sentir mejor en el momento. A pesar de ello, aferrémonos a la

promesa de que con Dios estamos en el camino correcto, aunque a veces no nos

resulte tan placentero.

Jueves 6 de junio

¿QUÉ TIENE

QUE VER CONMIGO?

¿Recuerdan la historia de Jonás? Ese profeta tomó algunas decisiones equivocadas. Sin

embargo, a pesar de ello, Dios no se dio por vencido con él y lo siguió en medio de la

tormenta.

Jesús nos ama tanto que aunque estemos inmersos en cosas que no deberían formar

parte de nuestra vida, él está allí listo para rescatarnos cuando así se lo pidamos. La

razón de ello es que él entiende perfectamente por qué estamos actuando de esa

manera. Él sabe lo que es estar en nuestro lugar y ha tenido que enfrentar las mismas

presiones.

Lo único que nos pide es que demos un paso enorme y valiente y que intentemos hacer

las cosas a su manera al menos una vez para ver qué se siente al andar en sus caminos.

Nunca olvidemos que Jesús nunca se dará por vencido con nosotros. Nos ha prometido

estar allí cuando lo necesitemos. Pero no aplacemos esa decisión para cuando ya no

podamos más. Recordemos: la decisión siempre depende de nosotros.

CUANDO TOMAMOS DECISIONES /

Para el sábado 8 de junio de 2019

Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

Viernes 7 de junio

¿CÓMO FUNCIONA?

Está bien. No hay una fórmula mágica que nos ayude a tomar las decisiones

correctas en la vida. Sin embargo, con la ayuda de Dios y algunas directrices, no

resulta tan difícil. Intentemos este sencillo plan para la toma de decisiones creado

por un adolescente y su padre con el propósito de hacer que ambas partes se

sientan satisfechas. A ellos les funcionó, de manera que podría funcionar para

nosotros.

¿Nos afecta a nosotros

o a quienes nos rodean

en forma negativa?

¿Habla claramente la Biblia

en contra de eso?

¿Es ilegal, inmoral, irrespetuoso

o de alguna manera irreversible?

NO

NO

NO

¡Tomemos

la decisión!