29 de junio de 2019
Domingo 23 de junio
MI OPINIÓN
Entramos a una tienda de música y vemos el nuevo CD de nuestro artista favorito.
Hemos esperado mucho tiempo para que este artista saque un nuevo álbum
y estamos desesperados por escucharlo. En la radio ya han estado colocando sus
nuevas canciones, y están espectaculares. Aunque el CD ya está disponible en
Internet, nosotros no nos conformamos solamente con bajar las canciones.
En consecuencia, hemos decidido pagar unos cuantos dólares para adquirirlo. Sin
embargo, en la carátula hay una calcomanía que dice: «Advertencia a los padres»,
y nosotros sabemos lo que eso significa. Significa que las letras de las canciones
incluidas en el álbum expresan ideas cuestionables, tal vez obscenas o de mal
gusto. Entonces se nos crea un dilema: ¿Compramos el álbum y escuchamos solo
los temas que no contradicen nuestras creencias, o no compramos nada?
¿Es realmente tan serio el asunto?
Visitemos
http://RealTimeFaith.adventist.org(en inglés) y expresemos allí nuestra
respuesta. Seamos claros y honestos. Digamos lo que pensamos.
Lunes 24 de junio
¿QUÉ TRATAN DE DECIR?
Diferentes personas, diferentes opiniones. Algunos pensamientos que siguen
representan los puntos de vista de sinceros ciudadanos del reino de Dios, pero
otros no. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos
pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos
de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión.
Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
«Para mí, la televisión es muy educativa. Cada vez que alguien enciende el televisor, me
voy a otro cuarto a leer un libro».
—
Groucho Marx, humorista estadounidense del siglo XX (1890-1977).
«Toda la televisión es educativa. La pregunta es: ¿qué está enseñando?».
—
Nicholas
Johnson, excomisionado de la Comisión Federal de las Comunicaciones de EE. UU.
«La televisión es la goma de mascar de los ojos».
—
Frank Lloyd Wright, arquitecto
estadounidense del siglo XX.
«Una razón fundamental por la que escojo no ir al cine (o alquilar películas de contenido
cuestionable) es precisamente porque como ser humano pecador, no tengo la
capacidad de filtrar el material que ofende a Dios del que vale la pena depositar en el
banco de mi memoria».
—
Randy Fishell, actual director de la revista
Guide
[Guía].
«Tener discernimiento cristiano significa poseer la capacidad de mirar y escuchar los
medios de comunicación modernos con los ojos y los oídos de Cristo. Se nos pide que
veamos con atención y escuchemos con claridad las imágenes y los sonidos que
emanan de ellos para llegar a entender de qué valores y propósitos está compuesta
nuestra cultura. Sin embargo, no es fácil ver y escuchar en un mundo lleno de ruido, un
ruido al que ya nos hemos acostumbrado».
—
James McDonnell, director de comunicaciones
de la Arquidiócesis de Londres, Inglaterra.
¿CUÁN EFECTIVO
ES NUESTRO FILTRO?
(Esta es una ilustración y nada más. ¿Qué relación podría tener con las citas
bíblicas de la siguiente página?).
Sean y sus padres son excelentes personas. Se aman, aman a sus vecinos y
hasta aman a su perro. De hecho, son miembros muy activos de su iglesia, donde
todo el mundo parece apreciarlos. A Sean y sus padres les gusta hacer cosas
juntos, de manera que todas las noches se reúnen frente al televisor para ver los
programas más populares y entretenidos. Incluso han pensado en la posibilidad de
asistir a uno de esos programas en los que se hacen cosas extrañas tales como
comer insectos, para ver si pueden ganar un buen premio en efectivo.
Es interesante que, como Sean y sus padres ven televisión juntos, más o
menos saben lo que les gusta a cada uno. Por ejemplo, cuando Sean quiso un
reproductor de MP3, supieron exactamente cuál comprarle. Lo mismo ocurrió
cuando a Sean le tocó comprar regalos para sus padres. De hecho, conocen tanto
y tan bien los gustos de los demás que tienen la tendencia a hacer regalos un
tanto exagerados.
Después de un tiempo, Sean y su familia se vieron en una situación financiera
un poco delicada. Resulta ser que, como consecuencia de estar expuestos tanto
tiempo a los medios de comunicación, comenzaron a pensar que «debían tener»
todas las cosas que aparecían en los comerciales, y comenzaron a tomar
decisiones equivocadas en relación con sus verdaderas necesidades.
Se llenaron de «lo último y lo mejor» que se publicitaba en la televisión y se
propusieron adquirir todas esas cosas. Fue como si un «hechizo» se hubiera
apoderado de ellos, al punto de que se familiarizaron tanto con los personajes de
los programas que ya los veían como sus «amigos». Sin embargo, un verdadero
amigo no trataría de vendernos algo que no necesitamos, ¿no es así?
Después de analizar fríamente lo que estaba pasando, Sean y su familia se
dieron cuenta de que prácticamente todo lo que aparecía en la pantalla del
televisor eran comerciales que buscaban venderles alguna cosa. Incluso los
programas trataban de vender una imagen o alguna idea de cómo debían ser las
cosas. Esta familia tomó la decisión de prescindir de los medios por un buen
tiempo. ¡Qué buenas noticias! Ahora están tomando decisiones mucho más
inteligentes a la hora de gastar en cosas innecesarias.
¿No nos suena familiar esta historia?
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
Escribe tu propio pensamiento
Yo digo que . . .
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Los medios y el entretenimiento, (segunda parte)
Texto clave:
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles.
Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
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