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Miércoles 17 de abril

DIOS DICE. . .

Hebreos 1: 1, 2

«En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces

y de muchas maneras por medio de los profetas. Ahora, en estos

tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los

mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas».

Juan 21: 25

«Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por

una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían

escribirse».

Juan 20: 30, 31

«Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos,

las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para

que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que

creyendo tengan vida por medio de él».

1 Tesalonicenses 2: 13

«Por esto, de nuestra parte, damos siempre gracias a Dios, pues cuando

ustedes escucharon el mensaje de Dios que nosotros les predicamos, lo

recibieron como mensaje de Dios y no como mensaje de hombres. Y en

verdad es el mensaje de Dios, el cual produce sus resultados en ustedes

los que creen».

Isaías 55: 8-11

«“Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar

no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así

también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de

ustedes”. El Señor lo afirma. “Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo,

y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen

germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así

también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir

efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy”».

Romanos 15: 4

«Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra

instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas

recibimos, tengamos esperanza».

Salmo 102: 18

«Mis enemigos me ofenden sin cesar y usan mi nombre para maldecir».

Viernes 19 de abril

¿CÓMO FUNCIONA?

Hay dos preguntas básicas que debemos hacernos al estudiar la Biblia.

Tomemos el tiempo necesario para escuchar la Palabra de Dios esta

semana y enfoquemos nuestro estudio en estas dos preguntas. Anotemos

lo que creemos que Dios está tratando de decirnos y planifiquemos una

estrategia de cómo podemos aplicar eso esta semana.

¿Qué me está diciendo Dios en este pasaje?

¿Qué voy a hacer al respecto?

Martes 16 de abril

¿Y ENTONCES?

«Alrededor de nueve de cada diez adolescentes afirman que en su experiencia

eclesiástica, se vieron expuestos a escuchar historias bíblicas (95 por ciento),

aprendieron sobre las vidas de grandes personajes bíblicos ( 92 por ciento) y

vivieron experiencias entretenidas relacionadas con la religión (89 por ciento).

Solo la mitad (53 por ciento) dijo que su experiencia en la iglesia los ayudó a

entender suficientemente la Biblia como para tomar una decisión basada en

principios bíblicos».

Tomado de «Real Religion»

Christian Parenting Today

(invierno de

2003).

¿Cuál es el problema? Pocas personas podrían decir que la Biblia es inútil.

Quienes asisten a la iglesia dirían que es muy importante. Sin embargo, cuando

hablamos de vivir las verdades de la Palabra de Dios y ponerlas en práctica, la

gente no suele mostrar el mismo entusiasmo. Para ilustrar este punto Jesús

pronunció la parábola del hombre prudente que construyó su casa en la roca.

«Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente

que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron

los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca»

(Mateo 7: 24, 25). Por supuesto, el insensato ilustra a aquel que escucha la

Palabra de Dios pero que no la pone en práctica.

Quizá no sabemos cómo integrar los mensajes de las Escrituras en nuestra vida,

o aún no hemos descubierto de qué manera Dios puede hablarnos a través de

su Palabra. Tal vez sabemos lo que significa el sábado pero aún no hemos

experimentado realmente el descanso sabático. Deberíamos ser capaces de

explicar lo que sucede, según las Escrituras, cuando una persona muere; sin

embargo, ¿alguna vez hemos tenido que compartir lo que dice la Biblia con

alguien que está llorando la pérdida de un ser amado?

Tal vez el eslabón perdido de nuestra comunicación con Dios sea que nos falta

aprender cómo permitir que su Palabra moldee la manera en que vivimos cada

momento.

Jueves 18 de abril

¿QUÉ TIENE

QUE VER CONMIGO?

Justine recibía constantemente cartas de su abuela que vivía del otro lado del país. En

cada carta llegaban cupones, recortes de periódico y quejas en relación con el clima.

Cada semana, Justine casi podía adivinar lo que encontraría en el sobre, y siempre

trataba de responderle, aunque no lo hacía con tanta frecuencia como su abuela. En

cierta ocasión, se encontraba en un campamento de verano cuando recibió una de

esas cartas típicas de la abuela. Alguien en su cabaña vio la carta y le llamó la atención,

así que le preguntó por ella. Su respuesta fue espontánea y no muy pensada. «Mi

abuela siempre me está enviando estas cosas. Todas las semanas recibo una carta de

ella con todo esto adentro, y la verdad no sé qué hacer con ellas». Su compañera le

respondió, «Bueno, es obvio que te ama mucho». Esas palabras impresionaron

poderosamente a Justine. Ella nunca se había puesto a analizar por qué su abuela le

escribía tanto. Desde ese momento, cambió la manera en que leía cada carta.

Es probable que necesitemos meditar en nuestro corazón la razón por la que Dios nos

habla a través de la Biblia. Si recordáramos por qué Dios escribió la Biblia, ¿cambiaría

la manera en que la leemos? Entender el propósito de las Escrituras puede darnos el

estado de ánimo necesario para leerla. Es una carta de alguien que nos ama

profundamente. Tal vez sus palabras suenen arcaicas y sus historias anticuadas, pero

el mensaje que contiene proclama cuán importantes somos para Dios.

¡PALABRA DE HONOR! /

Para el sábado 20 de abril de 2019

Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día