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Lección 12 | Miércoles 18 de diciembre
ESDRAS ACTÚA
Lea Esdras 10. ¿Cómo abordaron Esdras y los líderes el tema del matri-
moniomixto?
Junta, toda la asamblea decidió despedir a las esposas extranjeras. Cu-
riosamente, incluso los que estaban casados con ellas estuvieron de acuerdo
con el plan, a excepción de los cuatro hombresmencionados por nombre en
Esdras 10:15. Los judíos prometieron despedir a sus esposas, y demoraron
tres meses para llevar a cabo el plan. Finalmente, 113 hombres judíos des-
pidieron a sus esposas (Esd. 10:18–43). Curiosamente, el último versículo
(Esd. 10:44) expresa que algunos de estos matrimonios mixtos ya tenían
hijos. Despachar a las madres de familia con hijos no nos parece racional
ni correcto. Sin embargo, debemos recordar que este era unmomento único
en el que Dios estaba empezando de nuevo con la nación judía y, en cierto
sentido, ellos con él. Seguir plenamente a Dios requería medidas radicales.
Las palabras específicas utilizadas en Esdras 10:11 y 19 para “apartaos”
(
badal
) y “despedirían” (
yatza’
) no se utilizan en ningún otro lugar de las
Escrituras para el divorcio. Seguramente Esdras conocía la terminología
que se usaba generalmente para el divorcio, pero optó por no utilizarla.
Por lo tanto, es evidente que Esdras no consideró válidos los matrimonios
después de que se descubrió que violaban el mandato de la Torá. En otras
palabras, los matrimonios quedaron anulados porque eran contrarios a la
Ley. El proceso fue la disolución de losmatrimonios no válidos. No obstante,
no tenemos información sobre qué ocurrió con esas esposas e hijos y qué
impacto tuvo este hecho en la comunidad. Según la costumbre de esa época,
los exmaridos se habrían ocupado del traslado de sus exesposas y sus hijos.
Las esposas normalmente regresaban a la casa de sus padres.
Sin embargo, con el tiempo, algunos judíos comenzaron a casarse con
los incrédulos una vez más, y quizás algunos incluso volvieron con las es-
posas que habían despachado. La naturaleza efímera de la solución se puede
atribuir a la naturaleza humana y a nuestro ciclo de compromiso con Dios
plagado de altibajos. Incluso quienes nos consideramos creyentes firmes
tenemos que admitir que hemos pasado por períodos de menor dedicación
a Dios cuando nuestra experiencia con él bien podría describirse como
insuficiente. Desgraciadamente, la humanidad tiene que esforzarse para
poner a Dios en primer lugar.
¿Cuál ha sido tu experiencia en los períodos de “menor dedicación a Dios”? ¿Qué
has aprendido de esas experiencias?