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Lección 11 | Jueves 12 de diciembre

¿NO HICIERON ASÍ VUESTROS PADRES?

El celo de Nehemías por el sábado es admirable. Nehemías era tan fer-

viente en observar el sábado correctamente que incluso prometió “echar

mano” de los negociantes de otras naciones. En otras palabras, él habría

intervenido personalmente si los hubiera vuelto a atrapar en sábado en la

ciudad o junto a las puertas. Como gobernador, sentía la responsabilidad

oficial de garantizar que este mandamiento se cumpliera correctamente.

“Nehemias los reprendio intrepidamente por haber descuidado su

deber. Les pregunto severamente: ‘¡Ustedes estan pecando al profanar el

dia sabado! Lomismo hicieron sus antepasados, y por eso nuestroDios envio

toda esta desgracia sobre nosotros y sobre esta ciudad. ¿Acaso quieren que

aumente la ira de Dios sobre Israel por profanar el sabado?’ Luego ordeno

que ‘se cerraran las puertas [...] al caer la tarde [...] antes de que comenzara

el sabado’, y que no se volviesen a abrir ‘hasta despues de ese dia’ (Miq. 4:8).

Y, teniendomas confianza en sus propios criados que en aquellos a quienes

pudieran designar los magistrados de Jerusalen, los puso al lado de las

puertas para que hiciesen cumplir sus ordenes” (

PR

456-457).

La advertencia de Nehemías sobre la profanación del sábado, junto con

otras advertencias relacionadas con su violación, aparentemente encontró

eco a través de los siglos hasta la época de Jesús, solo que él luchó no contra

la profanación del sábado, sino contra su observancia legalista.

Lee Mateo 12:1 al 8; Marcos 3:1 al 6; Lucas 6:6 al 11; y Juan 5:5 al 16. ¿Cuál

era el problema aquí? Entender la historia del antiguo Israel, ¿cómo nos

ayuda a explicar por qué surgió el conflicto?

En su celo (aunque equivocado) por garantizar que el sábado no fuera

profanado, estos líderes religiosos eran tan fanáticos que acusaron a Jesús,

el “Señor del día de reposo” (Luc. 6:5), de violarlo. La ironía es que, si bienmu-

chos de estos hombres expresaban gran preocupación por la Ley, olvidaban

“lomás importante” de esa ley: “la justicia, lamisericordia y la fe” (Mat. 23:23).

¿Cómo podemos nosotros, individualmente y como iglesia, cuidarnos de no come-

ter el mismo error que estos hombres, ya sea con el sábado o con otra cosa que

creemos que es importante para la fe?