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Lecci
ón 8
: Para el 23 de noviembre de 2019
DIOS Y EL PACTO
Sábado 16 de noviembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Nehemías 10:1–29; Génesis 4:8–19;
Hebreos 13:20; Josué 24; Nehemías 10:30–39; Hebreos 8:1–7.
PARA MEMORIZAR:
“A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escri-
bimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nues-
tros sacerdotes [...] y no abandonaremos la casa de nuestro Dios”
(Neh. 9:38; 10:39).
¿Q
ué quiere decir la Biblia cuando habla del “Pacto”? La explicación
más fácil de este tipo de pacto bíblico es que es el establecimiento
legal de una relación entre Dios y su pueblo. Es Dios quien dice:
“Tú eres mi pueblo y yo soy tu Dios”. Más allá de esto, podemos ver que se
usaban pactos escritos entre otros pueblos en el mundo antiguo, amenudo
entre los dirigentes y sus vasallos.
Estos pactos se establecían porque eran beneficiosos para ambas partes.
El dirigente cuidaba al pueblo y el pueblo le pagaba tributo. Pero con Dios,
el Pacto era diferente. Dios en realidad no obtenía nada de él, y no obstante
prometía serle fiel, incluso cuando el pueblo no le era fiel. De hecho, las ben-
diciones y las maldiciones sujetas al Pacto posibilitaban que los israelitas
supieran que habían estado infringiendo el Pacto cuando empezaban a
suceder cosas malas.
Esta semana, veremos el pacto que los israelitas renovaron con Dios, en
Nehemías 10, y también analizaremos información general sobre la historia
y la importancia de hacer pactos en la Biblia.