LECCIÓN NUEVE 79
«MENE, MENE, TEKEL UPARSIN», decía la
escritura. ¿Qué significaba eso? El rey quería
saberlo.
Apresuradamente mandó traer a sus adivinos y
astrólogos. Llamó a los sacerdotes que servían a los
ídolos que estaba honrando.
—Si alguien me dice qué significan esas palabras,
le daré una cadena de oro y lo nombraré como
tercer gobernante de toda Babilonia —les prometió.
Pero ninguno de sus sabios pudo interpretar
aquellas palabras. ¡Belsasar temblaba! Estaba
realmente asustado.
Finalmente su madre se acordó de mí y enviaron
un mensajero a decirme que viniera
inmediatamente. Cuando llegué a la sala del
banquete, el rey señaló hacia la escritura misteriosa
que estaba en la pared.
–Si puedes explicarme esto, te voy a vestir de
manto escarlata, te pondré un collar de oro en el
cuello y ocuparás el tercer lugar en mi reino.
Dios me reveló lo que significaba el mensaje.
Supe inmediatamente que dicho mensaje no era
uno que el rey desearía escuchar. Oré a Dios en
silencio para que me ayudara a encontrar las
palabras apropiadas. Entonces le dije al rey
Belsasar:
—No deseo ni necesito esos honores que me
ofreces, pero te interpretaré el mensaje que te envía
Dios.
MENE significa que Dios hará que pronto
termine tu reinado. TEKEL significa que Dios te ha
juzgado y que te ha encontrado culpable de muchos
pecados. UPARSIN significa que tus enemigos, los
persas, van a conquistar Babilonia.
Aunque le dije a Belsasar que no deseaba recibir
esos honores, me puso una cadena de oro en el
cuello, y me nombró tercer gobernante del reino de
Babilonia. Mientras estaba haciendo eso, se
cumplieron las palabras de Dios. El ejército persa al
mando de Ciro entró a la ciudad y la conquistó.
Belsasar murió esa noche. Una vez más Dios me
había dado un mensaje para un rey. No era fácil
para mí, pero sabía que debía servir a Dios en
primer lugar. Espero que ustedes también sirvan
siempre a Dios.
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* La palabra hebrea traducida como «padre» significa también
«abuelo» o «ancestro». La hija de Nabucodonosor era la madre de
Belsasar. Belsasar era el nieto de Nabucodonosor. Ver
Profetas y
reyes,
cap. 43, y el
Comentario bíblico adventista,
sobre Daniel 5:1, 2.
Para reflexionar
Pregunte:
¿Qué estaban haciendo Belsasar y
sus invitados? ¿Por qué? ¿Cómo actuaron cuando
vieron una mano escribiendo en la pared? ¿Cómo
creen que se sintieron?
(Aterrorizados).
¿Serían
capaces de decirle a un rey que Dios está enojado
con él? ¿Quién le dio a Daniel el valor de
explicarle al rey la escritura de la pared?
(Dios.)
Algunas veces puede causar temor ser mensajero
de Dios y hablar a los demás acerca de él. Pero
Dios promete estar siempre con nosotros. Vamos
a repetir el mensaje de hoy:
SIRVO A DIOS CUANDO
COMPARTO SU PALABRA
CON LOS DEMÁS.
Versículo para memorizar
Use jugo de limón para escribir
las partes del versículo para
memorizar en hojas de papel.
Entregue a sus alumnos las hojas
para que las coloquen cerca de una
lámpara hasta que aparezcan las
palabras. Diga:
Busquen Jeremías
1:7 y coloquen en orden las
palabras.
Repitan varias veces el versículo para
memorizar, haciendo los siguientes ademanes,
hasta que todos lo sepan.
«Pero el Señor
. . . . . .
Señalar hacia el cielo.
me dijo:
. . . . . . . . . . .
Señalar hacia sí mismo.
No digas
. . . . . . . . . . .
Mover la cabeza
negativamente
que eres muy joven.
Señalar hacia sí mismo;
actuar como si mecieran a un
bebé.
Tú irás a donde
yo te mande,
. . . . . . .
Señalar lejos de sí mismo.
y dirás
. . . . . . . . . . . . .
Señalar hacia los labios.
lo que yo te ordene».
Señalar hacia el cielo y luego
hacia sí mismo.
Jeremías 1: 7.
. . . . . . .
Manos juntas luego abrirlas.
Necesita:
• papel
• jugo de
limón
• luz
• Biblia