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L ECC I ÓN B Í B L I CA
LECCIÓN 8
Introducción de la historia bíblica
Para reflexionar:
Pregunte:
¿Se han levantado alguna vez por la
mañana recordando con claridad un sueño que tuvieron
esa noche? Nuestra historia de hoy es acerca del rey
Nabucodonosor, quien se despertó sabiendo que había
tenido un sueño importante. Posiblemente una
comunicación de Dios. Pero al principio nadie pudo
explicarle lo que significaba.
Experimentando
la historia
Pida a los alumnos que busquen
Daniel 4 en sus Biblias. Distribuya papel
y lápices. Pida a un adulto que lea con
expresión Daniel 4 en voz alta. Antes de que el lector
comience a leer, pida a los alumnos que dibujen dos líneas
con sus lápices: una vertical en el centro, y otra horizontal
que cruce el papel, dividiéndolo en cuatro secciones iguales.
Haga que numeren las secciones no 1 a no 4.
Diga:
Mientras la persona designada lee este capítulo,
vamos a ilustrar la historia en cuatro partes. El lector
leerá la introducción (versículos 1 al 3), luego ustedes
comenzarán su primera ilustración.
Justo antes de que el
narrador comience el versículo 4, avise a los alumnos que
deben comenzar su primera ilustración (Daniel 4: 4-8).
Cuando el narrador haya completado el versículo 8,
pídale que haga una pausa para que los niños completen
su ilustración. Después de que reinicie la lectura, los
alumnos deben comenzar la seguna ilustración (versículos
9-18). Concédales un momento después del versículo 18
para completar su ilustración.
Lectura de los versículos 19 al 27. Haga que comiencen
su tercera ilustración. Permita que completen la ilustración
después de la lectura.
Lectura de los versículos 28 al 37. Haga que comiencen
su cuarta ilustración. Conceda un momento para que
completen la ilustración después de la lectura.
Diga:
Vamos a compartir lo que ilustramos o lo que
pensamos que era particularmente importante o
interesante en cada sección de esta historia.
Pida a los
alumnos que expliquen sus cuadros o compartan los
elementos de cada sección que encontraron interesantes.
Pregunte:
¿Qué trataba Dios de decirle a
Nabucodonosor?
(Que solamente él era Dios; quería que
Nabucodonosor se humillara y lo adorara.)
¿Cómo sabemos
que Nabucodonosor no escuchó al principio el mensaje
que el Espíritu Santo le traía?
(Él se atribuyó todo el
crédito a sí mismo, aun después de que el Espíritu Santo lo
amonestó en un sueño.)
Después de que Nabucodonosor
aprendió finalmente la lección que Dios trataba de
enseñarle, ¿qué hizo?
(Alabó a Dios).
Diga:
Ahora den la vuelta a sus papeles. Veamos
nuevamente Daniel 4: 34 al 37. Noten la alabanza que
Nabucodonosor le dio a Dios después de haber
aprendido la lección de la grandeza de Dios. Sigamos su
ejemplo. En su papel, escriban una línea de alabanza a
Dios, particularmente por la forma en que envía su
Espíritu Santo a trabajar en nuestra vida. Ahora doblen
el papel lo suficiente como para cubrir la línea que
escribieron y pásenlo a la siguiente persona. Esa persona
escribirá otra línea de alabanza, doblará el papel otra
vez, y lo pasará a la siguiente persona. Continuemos
esto hasta que el papel esté lleno o que todos hayan
escrito una línea.
(Haga esto con un solo grupo grande en
una iglesia pequeña, o con grupos pequeños en una iglesia
grande.)
Después de que las alabanzas hayan sido escritas, pida a
voluntarios que las lean en voz alta.
Alabamos a Dios por la obra del Espíritu Santo
en nuestras vidas.
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NECESITA:
papel
lápices
Biblias