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XPLICA LA HISTORIA
¿Cuál fue el secreto del éxito de David como rey?
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Una vez que David estableció la paz en Israel, ¿cuál fue su siguiente
meta? ¿Por qué esto era importante para él?
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¿Por qué Dios no quiso que David construyera un templo para él? (para
conocer más detalles, ver 1 Crónicas 22: 8-10.)
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¿Qué había hecho Dios en favor de David en el pasado?
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¿Qué promesas le hizo Dios a David para el futuro?
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¿Cómo se ha de haber sentidoDavid después de recibir estemensaje del
Señor? Lee 2 Samuel 7: 18-29 para ver la respuesta de David.
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¿Cómo crees que te sentirías de recibir un mensaje como este?
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¿Qué otra cosa ya te ha prometido Dios en su Palabra que se compara
con esto?
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LECCIÓN 11 / JÓVENES
P
untos de impacto
P
untos de vista
«El éxito es más peligroso que el fracaso, las ondas llegan a una línea costera más am-
plia».—
Graham Greene, novelista inglés del siglo XX.
«No hay secretos para el éxito. Este es el resultado de preparación, mucho trabajo, y apren-
der de los fracasos».—
Colin Powell, General retirado del Ejército de Estados Unidos, Secretario
de Estado desde el 2001 al 2005.
«Nunca olvides que el esfuerzo y el afán preceden al éxito, aun en el diccionario».—
Sarah
Ban Breathnach, autora estadounidense del siglo XX.
«Concedes grandes victorias al rey
que has escogido; siempre tratas con
amor a David y a su descendencia»
(Salmo 18: 50).
«Señor, voy a cantarte una can-
ción nueva; voy a cantarte him-
nos con el salterio. Tú, que das la
victoria a los reyes; tú, que libraste
a tu siervo David»
(Salmo 144:
9, 10).
«Así pues, Señor y Dios, mantén
para siempre la promesa que has
hecho a tu siervo y a su dinastía, y
cumple lo que has dicho. ¡Que tu
nombre sea siempre engrandecido,
y se diga que el Señor todopodero-
so es el Dios de Israel! ¡Que la di-
nastía de David, tu siervo, se man-
tenga firme con tu protección!»
(2 Samuel 7: 25, 26).
«Ahora vas a quedar encinta: ten-
drás un hijo, y le pondrás por nom-
bre Jesús. Será un gran hombre, al
que llamarán Hijo del Dios altísi-
mo, y Dios el Señor lo hará Rey,
como a su antepasado David, para
que reine por siempre sobre el pue-
blo de Jacob. Su reinado no tendrá
fin»
(Lucas 1: 31-33).