LECCIÓN BÍBLICA
2
Experimentando la historia
Divida la clase en
grupos, cada grupo con
un asistente adulto.
Asigne lo siguiente para
cada grupo, y permítales
practicar antes de contar
la historia.
Cuando escuchan: Ellos dicen:
Rey o Nabucodonosor
«¡Oh, no!»
soldados
Marchan en su lugar;
dicen: «¡Uno, dos!
¡Uno, dos!».
música
Simulan tocar música
fuego
«¡Sssssssss!»
Practiquen esto antes de contar la historia.
Relate la historia
El
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
estaba
muy orgulloso de sí mismo. La gigantesca estatua
de oro que había construido estaba terminada y
colocada donde todos podían verla. Había
invitado a todas las personas importantes de su
reino a la celebración. Pensó que realmente les
gustaría su estatua y pensarían que él era un gran
rey
[¡Oh, no!]
.
Al día siguiente todas las personas
importantes, incluyendo a Sadrac, Mesac y
Abednego, vinieron a ver la estatua del
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!].
Todos se quedaron
mirando la gran estatua de oro. Todos,
incluyendo Sadrac, Mesac y Abednego, también
miraron el gran edificio en forma de cueva cerca
de la estatua. Los
soldados
[Ponerse de pie y
marchar diciendo: ¡Uno, dos! ¡Uno, dos!]
habían
construido un gran horno de
fuego
[¡Ssssssssss!]
allí.
«¿Para qué lo habrán hecho los soldados?»
Se preguntaron en voz baja Sadrac, Mesac y
Abednego.
Cerca del
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
estaba la banda lista para tocar la
música
[tocar
los instrumentos]
en cuanto él diera la señal.
Finalmente, el jefe de los
soldados
[Ponerse de
pie y marchar diciendo: ¡Uno, dos! ¡Uno, dos!]
del
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
de pie frente a
la gran multitud gritó:
—¡Escuchen lo que el
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
manda! Cuando la banda de
música
[tocar los instrumentos]
toque, ustedes deben
inclinarse y adorar la estatua de oro. Todo aquel
que no obedezca, será lanzado al horno de
fuego
!
[¡Ssssssssss!]
Repentinamente la
música
[tocar los
instrumentos]
empezó. Toda la multitud cayó de
rodillas y adoró la estatua de oro del
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!].
Todos con
excepción de los tres mejores amigos de Daniel:
Sadrac, Mesac y Abednego. Ellos adoraban solo a
Dios. ¡Nunca podrían adorar la estatua del
rey!
[¡Oh, no!]
Algunos de los
soldados
[Ponerse de pie y
marchar diciendo: ¡Uno, dos! ¡uno, dos!]
y sabios
se apresuraron para hablar con el
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!].
—Tú dijiste que toda la gente se arrodillara y
adorara la estatua cuando la
música
[tocar los
instrumentos]
empezara, o que serían lanzados al
horno de
fuego
[¡Ssssssssss!].
¡Mira! ¡Sadrac,
Mesac y Abednego, no se han inclinado!
El rostro del
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
¡se demudó por el enojo!
—¡Traigan aquí inmediatamente a Sadrac,
Mesac y Abednego! —ordenó el
rey
[¡Oh, no!]
.
—¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abednego que
ustedes no honran ni adoran la estatua de oro
que he mandado erigir? —preguntó el
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!].
—Sí —dijeron Sadrac, Mesac y Abednego.
—Les voy a dar otra oportunidad —dijo el
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!]—.
Pero si no se
inclinan y adoran la estatua, ¡los mandaré echar
en las llamas del horno de
fuego
!
[¡Ssssssssss!]
Sadrac, Mesac y Abednego se pusieron firmes
ante el
rey Nabucodonosor
[¡Oh, no!].
—¡Puedes lanzarnos al horno de
fuego
!
[¡Ssssssssss!]
—dijeron—. ¡Nuestro Dios es capaz
de salvarnos de tu poder! Sin embargo si él
decide no salvarnos, nosotros nunca adoraremos
la estatua de oro.
—¡Calienten siete veces más el horno de
fuego!
[¡Ssssssssss!]
—gritó el
rey
Nabucodonosor
[¡Oh, no!]
a los
soldados
[Ponerse de pie y marchar diciendo: ¡Uno, dos!
¡Uno, dos!]—.
¡Átenlos y échenlos en el
fuego
!
[¡Ssssssssss!]
LECCIÓN 7
60
Necesita:
q
juguetes musicales
o instrumentos para
ritmo