LECCIÓN 2
20
ORACIÓN Y ALABANZA
Compañerismo
Comente los gozos o tristezas (alegrías o preocupaciones) de los alumnos (si es
apropiado). Dé tiempo para compartir las experiencias del estudio de la lección de la semana
pasada y repasen el versículo para memorizar. Celebre los cumpleaños, eventos especiales o
reconocimientos. Extienda una afectuosa bienvenida a las visitas.
Cantos
«Amigo de Jesús» (
Alabanzas infantiles
, n
o
98). Cantar primera estrofa: en lugar de Enoc
diga David y luego cantar la tercera estrofa.
«Amigos por Jesús» (
Alabanzas infantiles
, n
o
100).
«Mi amigo» (
Alabanzas infantiles
, n
o
99).
«Cuídense unos a otros» (
Alabanzas infantiles
, n
o
104).
Misión
Utilice
Misión
para niños u otra historia misionera.
Ofrenda
Diga:
Podemos mostrar a los demás que somos amigables y que los amamos,
mientras traemos nuestras ofrendas a la Escuela Sabática.
Oración
Que los niños se distribuyan por pares con un amigo. Se arrodillen y se tomen de la
mano. Que cada pareja agradezca a Jesús por los amigos.
*
*En cualquier momento durante el programa se puede orar o alabar a Dios con un canto.
LECCIÓN BÍBLICA
2
Experimentando la historia
Diga:
Hoy vamos a hablar acerca de dos
buenos amigos y un rey. Los dos buenos
amigos son Jonatán y David. El rey es el
rey Saúl.
Cuando usted dice:
. . .
Los niños:
rey Saúl . . . . . . . . . . . . . .
fruncen el ceño y se
ponen las manos en las
caderas
David . . . . . . . . . . . . . . . .
sonríen
Jonatán . . . . . . . . . . . . . .
simulan que disparan
una flecha
amigos, amigos . . . . . . . .
puño sobre el corazón
Relate la historia
El
rey Saúl
[fruncir el ceño, poner las manos en
las caderas]
envió a buscar a
David
[sonreír].
—Quiero que te quedes aquí y vivas en el
palacio —dijo el
rey Saúl
[fruncir el ceño, manos
en las caderas]
.
Así que
David
[sonreír]
se mudó al hermoso
palacio del
rey Saúl
[fruncir el ceño, manos en las
caderas].
David
[sonreír]
hacía todo lo que el
rey
Saúl
[fruncir el ceño, manos en las caderas]
le
pedía que hiciera.
David
[sonreír]
hacía todos sus
trabajos tan bien que el
rey Saúl
[fruncir el ceño,
manos en las caderas]
lo puso como soldado al
mando de su ejército.