Previous Page  62 / 168 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 62 / 168 Next Page
Page Background

5

a

SEMANA

2

inTerioriza

Una coalición de criticones

¿P

or qué había quienes se oponían a Nehemías? Porque un rasgo de la natu-

raleza humana pecaminosa es que el progreso y la prosperidad de los demás

puede representar una amenaza para los intereses personales. En el caso de Ne-

hemías, se presentaba claramente un problema geopolítico: una Jerusalén estable

estaría ubicada entre las ciudades estado de la zona del Tigris y el Éufrates y la

economía egipcia centrada en el Nilo; esto le garantizaría al pueblo de Dios un

buen futuro comercial y una exitosa y segura ubicación, pero minimizaría el papel

de Samaria en la región, teniendo repercusiones para sus aliados.

La inseguridad generalmente lleva a pensar que «lo que beneficia a mi adver-

sario me amenaza a mí». ¿Has conocido a gente que piensa así? ¿O tal vez tú

mismo piensas de esa forma? Al enterarse de que otra persona ha recibido una

promoción, un premio o el reconocimiento de los demás, uno puede sentirse tan

inseguro que desprecie al otro, o lo trate con sarcasmo, burla o insulto. O puede

adoptar una actitud pasivo-agresiva, y albergar celos y pensamientos tóxicos. El

problema de fondo es que el ego está buscando la manera de mantenerse inflado

a expensas de desinflar a otro.

La Escritura dice que Sambalat «se indignó y, enfurecido, comenzó a burlarse

de los judíos» (Neh. 4: 1). En lugar de dirigirse a Nehemías, expresó su burla donde

no era escuchado por aquel. El ejército samaritano tradicional estaba tan preocu-

pado por su futuro que sus jefes se burlaron de Jerusalén a espaldas de ella. Tan

intensas fueron sus burlas que las Escrituras también registran las declaraciones

frívolas de Tobías, el compañero de fechorías de Sambalat: «Para colmo, miren el

muro que están construyendo: ¡hasta una zorra lo puede echar abajo, si se sube

en él!» (vers. 3).

Como vemos en el versículo 2, los insultos se dividen en varias categorías:

«¿Qué se creen estos judíos muertos de hambre?» (burlas acerca de la identidad

y la cultura). «¿Piensan que se les va a permitir ofrecer sacrificios otra vez?» (burlas

acerca de la religión y las convicciones). «¿O es que podrán terminar el trabajo en

un día?» (burlas respecto a su experiencia). «¿O es que de los montones de es-

combros van a sacar nuevas las piedras que se quemaron?» (burlas en cuanto a su

conocimiento y educación). «¡Hasta una zorra lo puede echar todo abajo!» (burlas

respecto a la calidad del trabajo).

Por desgracia lo común y corriente, humanamente hablando, es que los co-

mentarios burlescos y despectivos se propaguen rápido, y en este caso para al-

canzar la resonancia deseada por Sambalat. Las Escrituras no dejan claro quién

58