Previous Page  21 / 168 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 21 / 168 Next Page
Page Background

17

1

a

SEMANA

6

imPlícate

Un santo propósito

para la restauración

«N

ehemías ocupaba un puesto de influencia y honor en la corte de Persia. […]

En aquel país pagano, rodeado por la pompa y el esplendor de la corte, Nehemías no

olvidó al Dios de sus padres ni a su pueblo. […] Se interesó profundamente por Jerusa-

lén, y sus esperanzas y alegrías se vincularon a la prosperidad de aquel distante lugar. A

aquella ciudad elegida le habían llegado duros momentos de prueba y de aflicción.

A través de mensajeros de Judea, el patriota hebreo supo que habían llegado días de

tribulación para la ciudad escogida. […] La capital de Judá se transformaba rápidamen-

te en un lugar desolado y los pocos habitantes que permanecían allí estaban profun-

damente amargados por las burlas de los agresores idólatras que les decían: “¿Dónde

está vuestro Dios?”.

»El corazón del patriota hebreo estaba abrumado por las malas noticias. Tan gran-

de era su pesar que no comió ni bebió. [Él mismo dice]: “Al oír estas palabras me senté,

rompí a llorar y durante algunos días hice duelo, orando y ayunando en presencia del

Dios de los cielos” (Neh. 1: 4). Pero cuando ese primer estallido de congoja concluyó,

se volvió en su aflicción hacia el gran Ayudador. El registro dice: “Oré delante del Dios

de los cielos” (RV95). Vació su corazón delante del Señor. Sabía que la aflicción que

había venido sobre Israel era el resultado de su transgresión y con profunda humilla-

ción se presentó delante de Dios para pedir perdón. […]

»Dios había sido consecuente respecto a sus advertencias, cuando su pueblo se

separó de él; los había esparcido entre las naciones según su palabra. […] Su pueblo

había regresado ahora arrepentido y con fe para guardar sus mandamientos, y Dios

mismo había dicho que si hacían eso, aunque fueran arrojados al último confín de la

tierra, los reuniría desde allí y haría que la luz de su rostro brillara nuevamente sobre

ellos. […]

Mientras oraba, un santo propósito se había estado formulando en su mente: […] Él

mismo emprendería la ardua tarea de reconstruir los muros de Jerusalén. […] Ahora, al

concluir su oración, suplicó al Señor que le concediera gracia ante los ojos del rey para

que aquel plan que a él lo entusiasmaba pudiera llevarse a cabo».—

E

lena

G.

de

W

hite

,

«Lessons from the Life of Nehemiah»,

The Southern Watchman

, 1

o

de marzo de 1904.

Después de haber analizado Nehemías 1:

ü

¿Qué aplicaciones personales te sientes motivado a realizar en tu vida?

ü

¿Qué aplicaciones prácticas consideras que deberías implementar en tu escue-

la, tu lugar de trabajo, tu familia o tu iglesia?

ü

¿Cómo aplicarías a tu vida el versículo que has memorizado?