Material auxiliar para el maestro //
Lección 6
que las convenció del amor de Dios y de sus intervenciones misericordiosas. Se
dieron cuenta de que ellos eran infieles, pero que Dios era fiel. La belleza y el
poder de la Escritura es que, a través de ella, Dios nos seduce y nos ruega que
acudamos a él, y nos muestra quién es él realmente: el Dios que nos ama y que hace
todo lo posible para salvarnos y restaurarnos para sí.
Dedicar tiempo a la Palabra de Dios conduce al reavivamiento personal y
colectivo. “La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay
cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas
están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”
(Heb. 4:12, 13). Leer la Palabra en voz alta a la gente hace que penetre en su
corazón y su mente; y ella responde con profunda emoción. Siente tristeza al
percatarse de su condición pecaminosa; pero, al final, responde con gran gozo
por quién es Dios.
Otro tema importante que se encuentra en este capítulo es el papel de los
líderes en este reavivamiento. La transformación comenzó con los dirigentes que
convocaron a la asamblea en respuesta a la enseñanza de Dios en su Palabra.
Lo más probable es que hayan estado aprendiendo de Esdras y de Nehemías
acerca de Dios y que se hayan quedado impresionados por los inquebrantables
amor y dedicación de estos dos líderes. Los líderes aprovecharon la oportunidad
y propiciaron la ocasión. Siguieron las instrucciones de Dios y luego establecieron
una estructura para llegar al pueblo a través de la lectura. No dejaron las cosas
al azar, sino que organizaron a los lectores, a los explicadores y a los traductores
de las Escrituras para maximizar la comprensión.
El deseo de los líderes de aprender de Esdras también muestra un espíritu
y una actitud de aprendizaje. Qué trágico es cuando la gente cree que lo sabe
todo y no necesita aprender de nadie más. Lamentablemente, esta actitud tam-
bién excluye la disposición a dejarse enseñar por el Espíritu Santo. Estar abierto
a aprender de los demás y especialmente de Dios es un requisito previo para
lograr un cambio para Dios en el mundo.
El gozo de Jehová
El pináculo o el centro de la estructura quiásmica del capítulo descrito an-
teriormente es Nehemías 8:10, que también reitera que “día santo es a nuestro
Señor” y luego proclama: “No os entristezcáis”. ¿Por qué? “Porque el gozo de
Jehová es vuestra fuerza [
ma’oz
]” (Neh. 8:10). Tres veces se le dice al pueblo que
no esté triste ni afligido, sino que vaya a “gozar”.
Maoz
significa “refugio, fortale-
za”. También se traduce en las Escrituras como “protección”, pero la mayoría de
las veces se traduce como “fortaleza, o refugio”. Por ejemplo, el salmista escribe
que Dios es
maoz
, nuestro refugio y fortaleza (Sal. 31:4; 37:39; 43:2; 52:7). La
palabra para gozo [
khedwah
] solo aparece dos veces en la Biblia. El otro ejemplo
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