papel en esta obra. Entiende que facilita la restauración de la religión de los
judíos, así como su identidad, enviando a un grupo con Esdras.
Mediante su decreto, que ordena la restauración de Jerusalén y no solo del
Templo, el rey Artajerjes cumple la profecía de las setenta semanas de Daniel
9:24, 25. El año 457 a.C. es el punto de partida de las setenta semanas que están
“determinadas” o cortadas de la profecía de 2.300 días/años, lo que hace que
ambos períodos comiencen ese mismo año. La profecía de las setenta semanas
termina en 34 d.C., que culmina con el apedreamiento de Esteban, hecho que
coincide con la proclamación del evangelio a los gentiles después de la crucifixión
de Jesús en 31 d.C. (a mitad de la semana mencionada en Daniel 9:27). El período
de 2.300 años termina en 1844, lo que lo convierte en el período profético más
largo. Su cierre marca el comienzo del juicio previo al Advenimiento en el cielo
(el Día de la Expiación antitípico). Por lo tanto, el momento del regreso de Esdras
a la tierra de Israel desempeña un papel fundamental en la profecía. (Para más
estudios sobre este tema, ver la lección 3.)
APLICACIÓN A LA VIDA
Esdras 1:1 declara que “despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia”
para que diera la orden de permitir que los judíos regresaran a la tierra de Israel.
Ciro respondió al impulso del Espíritu de Dios, quien impresionó al rey para que
proclamara que los judíos reconstruyeran el Templo de Jerusalén. ¡Increíble-
mente, un rey pagano respondió a las indicaciones de Dios! “Despertó” viene
de la palabra
ur
, que también significa “conmover”. Por lo tanto, Ciro, en cierto
sentido, se conmovió ante el llamado de Dios.
Cuando Dios se mueve en nuestra vida, nos despertamos a sus indicaciones
y su dirección. Esa motivación positiva proviene de una apreciación de los actos
poderosos y misericordiosos de Dios en la historia y en nuestra vida. Este aprecio
por Dios nos permite admirarlo y seguirlo, y perseverar en nuestro andar con él
y en la obra que él nos da para hacer. Nuestro mejor desempeño proviene de
la comprensión de quién es Dios y lo que ha hecho, de saber cómo interviene
con amor en favor de su pueblo y cómo lo motiva a la acción.
Analiza las siguientes preguntas con la clase después de compartir el signi-
ficado de “despertar”, o “conmover” (Esd. 1:1), del pasaje anterior:
¿Qué te motiva a seguir la conducción de Dios?
¿De qué manera has sentido que Dios te despierta o te motiva a hacer algo
por él en tu vida?
Lección 1
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Material auxiliar para el maestro
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