Material auxiliar para el maestro //
Lección 1
inspiración nos dice que “cuando el rey vio las palabras que habian predicho,
mas de cien anos antes de que el naciera, la manera en que Babilonia seria
tomada; cuando leyo el mensaje que le dirigia el Gobernante del Universo […]
su corazon quedo profundamente conmovido y resolvio cumplir la mision que
Dios le habia asignado” (
PR
373). Así, Ciro emitió el decreto para que los judíos
exiliados regresaran a Jerusalén. La primera repatriación no fue una reubicación
forzada; los judíos tuvieron la libertad de elegir regresar a su tierra. La división
anterior entre los reinos del norte y del sur en Israel y la ruptura entre las tribus
no se había remediado durante el exilio. Solo los descendientes de aquellos
que pertenecían al reino de Judá, o Reino del Sur, respondieron al llamado de
regresar a la Tierra Prometida.
El rey Ciro nombró a Sesbasar (que significa “el pecado o Shamash protegen
al padre”) como líder del grupo. ¿Qué pista nos da el nombre Sesbasar sobre su
identidad? Existen dos posibilidades. El nombre Sesbasar, junto con la mención
de él como líder, aparece solo al comienzo del regreso del cautiverio babilónico.
Además, el gobernador del pueblo siempre se llama Zorobabel (que significa “la
simiente de Babilonia”). Por lo tanto, comúnmente se infiere que Sesbasar y Zoro-
babel son la misma persona (ambos son nombres babilónicos, pero el segundo
podría ser más neutral y oficial en el ámbito religioso). O quizá Sesbasar haya
sido el gobernador al principio, pero murió muy temprano y fue reemplazado
por Zorobabel.
Zorobabel llevó al primer grupo de repatriados a Jerusalén y comenzó la cons-
trucción del Templo. Sin embargo, surgió mucha oposición, y durante varios años
el trabajo comenzó y se detuvo varias veces. Al final, Dios envió a los profetas
Hageo y Zacarías, en 520/519 a.C., para alentar a los pobladores a completar la
obra del Templo. En consecuencia, llevó veinte años, después de la llegada de
los repatriados, terminar y dedicar el Templo (515 a.C.).
Segunda repatriación (457 a.C.)
Esdras 8 enumera a los exiliados que regresaron con Esdras. Además de los
sacerdotes y las familias reales, se mencionan doce jefes de familia judíos. El
regreso de los exiliados le recuerda al lector el poderoso éxodo de Egipto. Así
como las doce tribus viajaron desde Egipto hasta la Tierra Prometida, ahora,
una vez más, doce familias viajaron a Israel.
La segunda repatriación es posible gracias al rey Artajerjes, que envía una
carta con Esdras y les abre las puertas a los judíos. Una vez más, se enfatiza que
cualquiera que se ofrezca voluntariamente para ir a Jerusalén puede hacerlo.
Artajerjes reconoce al Dios de Israel, que para él es un “dios” regional. Curiosa-
mente, el rey reconoce la inteligencia de Esdras y específicamente menciona:
“posees la sabiduría de Dios” (Esd. 7:25, NVI), al encomendarle ser el líder de
la expedición. El trabajo de Esdras era enseñar a su pueblo las leyes de Dios y
establecer la cultura religiosa de su pueblo. El rey percibe también su propio
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