29
| Lección 3
Miércoles 16 de octubre
LA ELECCIÓN DE DIOS
Se habla mucho de que Dios nos elige o nos escoge para hacer algo. Hay
muchas ideas diferentes sobre lo que significa esa elección. ¿Qué dice la
Biblia?
Lee Romanos 8:28 y 29. ¿A qué nos llama Dios? ¿Para qué nos elige?
Este pasaje declara específicamente que Dios predestinó a los seres
humanos a ser transformados a la imagen de su Hijo. No está diciendo que
Dios nos predestine a ser salvos o condenados, ni que no tengamos opción
en este asunto. En otras palabras, la elección es con el propósito de trans-
formarnos. Debemos ser transformados para reflejar al Hijo de Dios. Esta
transformación se promete luego en el siguiente versículo (Rom. 8:30), en el
que Pablo, el autor, afirma que aquellos a quienes Dios llama también justi-
fica y glorifica. Por lo tanto, la transformación no queda en nuestrasmanos,
sino que Dios promete lograr esta transformación mediante su poder.
Lee Romanos 9. ¿Qué tipo de elección o llamado de Dios se describe en
este capítulo?
En Romanos 9, Pablo aborda la elección de Dios para una tarea especí-
fica. Los israelitas fueron elegidos para llevar las buenas nuevas de Dios
al mundo. La frase “a Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Rom. 9:13) común-
mente se malinterpreta como que Dios amó solo a uno de los hermanos.
Sin embargo, en el contexto de este pasaje, Pablo está diciendo que Jacob
fue elegido; pero Esaú, no. ¿Para qué fue elegido Jacob? Para ser el padre de
la nación israelita. Por lo tanto, hay dos tipos de elección. En primer lugar,
Dios nos elige a cada uno de nosotros para la salvación y quiere que seamos
transformados a la imagen de Jesús. En segundo lugar, Dios elige diferentes
personas para tareas específicas.
¿Por qué debería ser alentador saber que fuiste predestinado para la salvación?
Sin embargo, eso no significa que tus elecciones no puedan hacer que pierdas la
salvación que Dios ofrece. ¿Por qué?