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ACT I V I DADES PREL IMI NARES

1

Seleccione la actividad o actividades que sean más apropiadas para su grupo.

LECCIÓN 9

¿Quién está en control?

Entregue a cada alumno lápiz y

papel. Pregunte:

¿Pueden escribir su

nombre y dirección sujetando el lápiz con la mano

izquierda (derecha si alguien es zurdo)? Ahora hagan lo

mismo con la otra mano. Comparemos los resultados.

Para reflexionar

Pregunte:

¿Por qué es su escritura peor con la mano

izquierda?

Acepte respuestas variadas. Dirija el comentario

a la idea de que no tenemos el mismo control con la mano

izquierda (derecha si es zurdo).

¿Cómo se puede comparar

escribir con la mano izquierda con tratar de controlar

nuestras vidas?

(Cuando tratamos de controlar nuestras

vidas, es como escribir con la mano izquierda: las cosas no

salen bien.)

Diga:

En cambio cuando permitimos que Dios

controle nuestras vidas no tenemos que temer que las

cosas salgan mal. Busquemos y leamos nuestro versículo

para memorizar, Salmo 56: 3, 4:

«Cuando tengo miedo, confío en ti. Confío en Dios

y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo.

¿Qué me puede hacer el hombre?». Hoy estamos

aprendiendo que:

Adoramos a Dios cuando confiamos en su cuidado.

Protección total

Pida dos voluntarios, uno que sepa

jugar al tenis de mesa y otro que no

sepa. Provea una raqueta de tenis de

mesa al que sabe jugar, y pídales que venga al frente. Dé a

los otros alumnos pelotas de tenis de mesa, o pelotas

hechas de papel. Diga:

Cuando cuente hasta tres quiero

que todos tiren las pelotas a

[nombre del voluntario].

Pueden recoger una pelota y tirarla otra vez.

[Nombre el

voluntario],

deseo que mientras tiran las pelotas te

protejas con la raqueta.

Cuando todos hayan tirado las pelotas tres veces, invite

al segundo voluntario al frente. Tenga un escudo grande de

cartón para que se proteja de las pelotas. Diga:

Quiero que

tiren las pelotas otra vez.

[Nombre al voluntario],

puedes

protegerte de las pelotas parándote detrás del escudo.

Para reflexionar

Pregunte al primer voluntario:

¿Cómo te sentiste

cuando todos te tiraban cosas? ¿Cómo te sentiste de

tener solamente una pequeña raqueta para defenderte?

(Generalmente la vida nos envía más cosas desagradables y

con más frecuencia que nuestra capacidad para

protegernos.)

¿Qué sucede cuando admitimos que no

somos capaces de controlar las cosas que nos pasan y

confiamos en Dios para que nos cuide?

Diga:

Busquemos y leamos nuestro versículo para

memorizar, Salmo 56: 3, 4:

«Cuando tengo miedo, confío en ti. Confío en Dios

y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo.

¿Qué me puede hacer el hombre?».

Hoy estamos aprendiendo que:

Adoramos a Dios cuando confiamos en su cuidado.

B

NECESITA:

pelotas y raquetas de

tenis de mesa

escudo de cartulina

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A

NECESITA:

papel

lápices