Menores Maestro

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Enfrentando el fuego ADORACIÓN
La presencia de Dios cambia
nuestras vidas.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
«Entonces exclamó Nabucodonosor:
"¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac
y Abednego, que envió a su ángel
para salvar a sus siervos fieles, que no
cumplieron la orden del rey, prefiriendo
morir antes que arrodillarse y adorar
a otro dios que no fuera su Dios!"»
(Daniel 3: 28).
REFERENCIAS
ƒ ƒ Daniel 3;
ƒ ƒ Profetas y reyes, cap. 41.
CREENCIAS FUNDAMENTALES
ƒ ƒ 10 – La experiencia de
la salvación
ƒ ƒ 22 – La conducta cristiana
ƒ ƒ 21 – La mayordomía
OBJETIVOS
Los alumnos...
ƒ ƒ Sabrán que las circunstancias no
pueden impedir su adoración a Dios.
ƒ ƒ Sentirán gratitud porque Dios está
con ellos en tiempos de pruebas
y dificultad.
ƒ ƒ Responderán confiando en Dios aun
cuando no sean liberados del «horno
de fuego».
Resumen de la lección
El rey Nabucodonosor construye una imagen de oro y
manda que la coloquen en el campo de Dura, en la provincia
de Babilonia. Llama a sus consejeros y líderes para que se
reúnan para la dedicación de la estatua. Decreta que todos
tienen que postrarse y adorar la imagen al sonido de la
música. Sadrac, Mesac, y Abednego no se postran ante la
imagen. Nabucodonosor pregunta si su Dios los puede
liberar del horno de fuego ardiendo. Ellos responden
diciendo que creen que Dios los librará del horno de fuego,
pero su fe no se basa en esa liberación. Nada les puede
impedir adorar a Dios.
Esta lección trata sobre la adoración
Adoramos a Dios cuando sabemos cuánto nos ama. Dios
es capaz de intervenir en cada situación. Aun si no hace un
milagro para salvarnos de alguna situación de peligro, él está
con nosotros siempre.
Para el maestro
«Importantes son las lecciones que debemos aprender de
lo experimentado por los jóvenes hebreos en la llanura de
Dura. En esta época nuestra, muchos de los siervos de Dios,
aunque inocentes de todo mal proceder, serán entregados
para sufrir humillación y ultrajes a manos de aquellos que,
inspirados por Satanás, están llenos de envidia y fanatismo
religioso. La ira del hombre se despertará en forma especial
contra aquellos que santifican el sábado del cuarto
mandamiento; y al fin un decreto universal los denunciará
como merecedores de muerte.
»El tiempo de angustia que espera al pueblo de Dios
requerirá una fe inquebrantable. Sus hijos deberán dejar
manifiesto que él es el único objeto de su adoración, y que
por ninguna consideración, ni siquiera de la vida misma,
pueden ser inducidos a hacer la menor concesión a un culto
falso. Para el corazón leal, los mandamientos de hombres
pecaminosos y finitos son insignificantes frente a la Palabra
del Dios eterno. Obedecerán a la verdad aunque el resultado
haya de ser encarcelamiento, destierro o muerte» (Profetas
y reyes, cap. 41, pp. 340-341).
¿Estoy dispuesto a adorar a Dios sin importar el precio?
Alabamos a Dios
confiando en
que él está con
nosotros
en cualquier
situación.
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