Correcto:
¿Unos días? Puedo terminar
comiendo así por años.
Fácil:
Ya no estoy en Judá. He tenido
tantos cambios en mi vida.
Quizá necesito aprender a comer
diferentes comidas. Mamá no está
aquí para decirme que no debo
hacerlo.
Correcto:
No, ella no está. Pero ella me
enseñó cómo Dios hizo mi
cuerpo y mi mente para que
funcionaran mejor. Ella me
enseñó que la forma en que
me alimento afecta a todo lo
que hago. Necesito mantener
mi mente clara. Todavía deseo
obedecer y glorificar a Dios
aunque no viva en Judá con
mi familia.
Fácil:
A nadie le importará si consumo
la comida del rey o no. Nadie me
está vigilando.
Correcto:
O quizá Dios me está dando la
oportunidad de ser un buen
ejemplo y mostrar a los que me
rodean una manera mejor de
hacer las cosas.
Daniel:
Muy bien, eso es suficiente. Voy
a pedir que me permitan comer
frutas, verduras, granos y
semillas que Dios creó para
comer. Y agua. ¡Tengo que beber
agua! Me pregunto si ellos saben
cocinar verduras, no vaya a ser
que las arruinen cocinándolas en
exceso. Extraño la cocina
de mamá.
Personajes:
Daniel; la voluntad de hacer
lo correcto (conocida como
Correcto), la voluntad de seguir el
camino más fácil (conocida como
Fácil).
Daniel:
Hum... oh. Tengo que tomar una
decisión. El rey generosamente
nos ha ofrecido comida de su
mesa; pero ¡mírala, parece
inmunda! Carne inmunda y vino.
Mi madre nunca nos alimentó
con esa clase de comida.
Correcto:
Esa no es la clase de comida que
mi cerebro y mi cuerpo necesitan
para que me sienta bien y pueda
hacer lo mejor posible. Mejor es
que no la coma.
Fácil:
Oh, pero para qué molestarse.
Tendría que pedir otra cosa para
comer, y eso quizá me traiga
problemas.
Correcto:
Sí, pero ¿cómo puedo comer eso
tan dañino y todavía estudiar y
pensar con claridad? Además,
creo que me atoraría.
Fácil:
Ay..., no quiero causar ningún
problema. No me va a matar
instantáneamente si como eso
por unos días.
DECISIONES
Lección nº 9 - «Experimentando la historia»
LECCIÓN 6
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