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ué opinas?
«Samuel se lo comunicaba a todo Israel. Por aquel entonces se juntaron los filisteos para
luchar contra Israel, por lo cual salieron los israelitas a hacer frente a los filisteos, y acamparon
junto a Eben-ezer. Los filisteos establecieron su campamento en Afec. Entonces los filisteos
atacaron y derrotaron a los israelitas, los cuales huyeron a su campamento. La matanza que
hicieron fue tremenda, pues de la infantería israelita cayeron treinta mil hombres. También
capturaron el arca de Dios, y mataron a Ofni y Finees, los dos hijos de Elí. Luego lo tomaron y
lo metieron en el templo del dios Dagón, colocándolo junto al dios. Pero a la mañana siguien-
te llegaron […] los de Asdod, y […] encontraron a Dagón tirado en el suelo ante el arca del
Señor. Su cabeza y sus dos manos se habían quebrado y estaban sobre el umbral. Lo único que
le quedaba entero era el tronco. Después el Señor castigó severamente y llenó de terror a los
de Asdod y su territorio, hiriéndolos con tumores. Y cuando los habitantes de Asdod vieron lo
que pasaba, dijeron: “El arca del Dios de Israel no debe quedarse entre nosotros, porque ese dios
nos está castigando muy duramente, tanto a nosotros como a Dagón, nuestro dios”. Luego
pusieron el arca del Señor en la carreta, con la caja donde estaban los ratones de oro y las figu-
ras de los tumores. Después las vacas echaron a andar por el camino que va a Bet-semes, mu-
giendo y siguiendo una dirección fija, sin desviarse a ningún lado. Los jefes de los filisteos ca-
minaron detrás de ellas hasta la frontera de Bet-semes. Pero el Señor hizo morir a algunos de
los habitantes de Bet-semes por haber curioseado dentro del arca. Les quitó la vida a setenta
hombres, y la población lloró por la gran mortandad que el Señor había causado entre ellos.
Veinte años pasaron desde el día en que se colocó el arca en Quiriat-jearim, y todo Israel bus-
caba con ansia al Señor. Por esto, Samuel dijo a todos los israelitas: “Si ustedes se vuelven de
todo corazón al Señor, deben echar fuera los dioses extranjeros y las representaciones de Asta-
rot, y dedicar sus vidas al Señor, rindiéndole culto solamente a él. Entonces él los librará del
dominio de los filisteos”. Después tomó Samuel una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen, y la
llamó Eben-ezer, pues dijo: “Hasta ahora el Señor nos ha ayudado”. Los filisteos fueron derro-
tados y no volvieron a invadir el territorio israelita; y mientras Samuel vivió, el Señor estuvo
contra los filisteos» (1 Samuel 4: 1, 10, 11; 5: 2, 4, 6, 7; 6: 11, 12, 19; 7: 2, 3, 12, 13).
DENTIFÍCATE CON LA HISTORIA
El arca
del pacto era una
caja sagrada que Dios le
pidió a Moisés que cons-
truyera. Estaba hecha
de madera enchapada en
oro. En la cubierta había
dos ángeles labrados de
oro con las alas levanta-
das, mirándose el uno al
otro. La gloria y la pre-
sencia de Dios resplan-
decían entre los ángeles
(1 Samuel 4: 4). Dios era
bastante exigente con el
arca del pacto. La guarda-
ban en el lugar santísimo.
Nadie debía verla excep-
to el sumo sacerdote, una
vez al año. Cuando viaja-
ban, debían cubrirla con
un velo, pieles de tejones
y un paño azul para man-
tenerla oculta de la vista
humana.
¿
L
o sabías?
LECCIÓN 4 / JÓVENES
¿Alguna vez hiciste algo o tomaste una deci-
sión sin pensar en las consecuencias? Cuando
hacemos cosas que están mal y nuestras accio-
nes no tienen una consecuencia inmediata,
muchas veces pensamos que podemos salirnos
con la nuestra. A continuación verás una lista
de acciones. Rotúlalas por las consecuencias: si
tienen una consecuencia inmediata (CI), una
consecuencia a largo plazo (CL) o si no tiene
consecuencia (SC).
_____ Copiarse en un examen
_____ Burlarse del chico nuevo
_____ Faltar a clases
_____ Olvidarse de orar antes de comer
_____ Jugar con el celular en la iglesia
_____ Comerse cinco chocolates
_____ Asistir al juego de baloncesto el viernes
en la noche
_____ Decirle una mentirita blanca a tus
amigos
_____ Dejar de estudiar la lección de la Escue-
la Sabática