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a

SEMANA

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inTerpreta

Cesión de derechos

M

ientras que la primera mitad del capítulo 5 muestra el ejercicio adecuado

de la autoridad legítima, la segunda parte describe su legítima aplicación.

El lide-

razgo no siempre implica utilizar el poder, sino también ceder el poder

. En el caso

de Nehemías, él se desempeñó como gobernador en Judá durante los siguientes

doce años; tiempo durante el cual no se aprovechó de la gente ni hizo uso de su

poder gubernativo para su beneficio personal (ver Neh. 5: 14-19). Ni tan solo hizo

uso de los «fondos discrecionales». Nehemías no se dedicó a otras actividades, ni

a negocios personales «por la izquierda», ni se dedicó a adquirir terrenos; a lo que

se consagró fue a la reconstrucción de la muralla.

¿Qué motiva a un líder a actuar de esa forma? ¿Lo hizo porque respondía ante

una auditoría que controlaba todas sus transacciones financieras? No, claro que

no. El texto nos indica sus motivos. A lo largo de todo aquel proceso, las princi-

pales motivaciones de Nehemías quedan claras por dos afirmaciones que se repi-

ten en esta sección: 1) «Por respeto a Dios» (Neh. 5: 15); 2) «Porque ya era excesiva

la carga que pesaba sobre este pueblo» (vers. 18).

Dos ideas estaban grabadas en la mente de Nehemías: Dios y la gente. En últi-

ma instancia tendría que responder ante Dios por la fidelidad a su misión y llama-

do. La situación lo abruma, ya que la comunidad no tenía lo suficiente para man-

tenerse, por ese motivo utiliza las provisiones del gobernador para el consumo

general. Mientras que un buen liderazgo secular puede enfocarse en las personas,

el liderazgo bíblico pone a Dios primero y luego al grupo.

¿No te recuerda todo esto a los dos grandes mandamientos de Cristo? «“Ama

al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este

es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo,

parecido a este; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos manda-

mientos se basan toda la ley y los profetas» (Mat. 22: 37-40).

Los mandamientos no son tan solo un abstracto código de ética, sino que

constituyen la base del gobierno de Dios. Nehemías no cumplió únicamente con

esos preceptos por una cuestión de apariencia externa, sino que eran la base de

su estilo de liderazgo. El estilo de liderazgo de Nehemías reflejaba el carácter

de Cristo: ejerció su autoridad motivado por la misericordia y la justicia, ade-

más de haber renunciado a sus propios derechos por el bien de los demás.

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