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a
SEMANA
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inTerioriza
Responsabilidad
D
onde haya movimiento, habrá fricción. Precisamente cuando los problemas
externos parecían estar resolviéndose, surgió un conflicto interno que afectó a
cónyuges, hijos, familias y a la comunidad en general. Los ricos se estaban hacien-
do más ricos, mientras que los pobres eran cada vez más pobres. Como todos
estaban ocupados reconstruyendo las murallas, no tenían tiempo para atender a
los sembrados. El versículo 3 del capítulo 5 menciona una escasez o hambruna
que motivó a la gente a pedir dinero prestado. Otros, que habían hipotecado sus
campos, pidieron dinero prestado para pagar los tributos. Incapaces de pagar,
algunos tuvieron que vender a sus hijos como esclavos.
Satanás intentó interrumpir de nuevo la construcción de los muros. A la opo-
sición externa de Sambalat y Tobías, le siguió un conflicto interno. El capítulo 5 es
caótico y la confusión reina en el ambiente. Aunque Nehemías había plasmado
exitosamente una visión, motivada y organizada para el éxito, el pueblo perdió de
vista su meta a causa de los apremios personales y familiares. En vez de mirar al
futuro con fe, sus necesidades materiales hicieron que se descuidara el trabajo.
Al igual que en el capítulo 4, Nehemías se enojó. Los líderes espirituales de-
ben mostrar una santa indignación ante la injusticia. La ira no es en sí pecaminosa.
Para que sea pecaminosa, la ira tiene que basarse en la autodefensa, el egocentris-
mo, la impaciencia, el orgullo herido, el resentimiento o la pérdida del dominio
propio.
En Nehemías 5: 7, el texto hebreo viene a decir «habiendo deliberado conmi-
go mismo en mi interior» (CI). Los líderes espirituales deben pensar con calma las
cosas, observar todo lo más objetivamente posible y luego evaluar un curso de
acción, en lugar de reaccionar irreflexiva o emocionalmente. Al rectificar aquella
situación, Nehemías se encuentra primero con los nobles en privado. No se dejó
llevar por los nobles más poderosos, y no porque fuera un funcionario imperial,
sino porque recibió sus órdenes de un tribunal superior. Aparentemente, esa reu-
nión privada no fue suficiente, ya que más tarde convocó una gran asamblea para
responsabilizar a todos por sus pecados públicos, ya que los pecados públicos
deben abordarse públicamente, así como los pecados privados deben abordarse
en privado.
Nehemías explica a todos los reunidos por qué motivos resultaba incorrecta
la actuación de los nobles. Después de todo, sus actuaciones eran contrarias a la
voluntad de Dios (ver Éxo. 22: 22-27; Lev. 25: 35-37; Deut. 14: 28-29; 15: 7-9). En se-
gundo lugar (Neh. 5: 9), la imagen del pueblo de Dios ante sus enemigos estaba
siendo empañada. En tercer lugar (v. 10), se practicaba la usura. Finalmente (vers.
11), Nehemías propone una condonación de las deudas y un cambio radical. Al
igual que otros profetas, incluso invoca el castigo de Dios para aquellos que rom-
pen su promesa sacudiéndose la túnica.
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