3
a
SEMANA
2
inTerioriza
Inspección nocturna
D
urante los primeros tres días que estuvo en Jerusalén, Nehemías inspeccionó
las murallas de la ciudad con suma atención, cuidado y prudencia. Tuvo que re-
flexionar sobre muchos asuntos y problemas que resultaban más que obvios:
Cómo obtener el apoyo de la población de la ciudad, cómo reconstruir la mura-
lla, cómo utilizar los recursos de los que disponía de la manera más eficaz posible,
cómo superar los obstáculos que previsiblemente surgirían (y aquellos que no
resultaban tan previsibles), etcétera. Del texto podemos deducir que en lugar de
descansar o socializar con la gente, este destacado líder de Dios llamado Nehe-
mías se dedicó de pleno a aquella tarea en horas de la noche.
En vez de recibir información de segunda mano, Nehemías salió a informarse
de la situación personalmente. No dependió de puntos de vista ajenos, ni de ru-
mores u opiniones. Se planteó algunas preguntas y luego buscó una respuesta
adecuada.
Cuánto mejor nos iría a nosotros en nuestro liderazgo solo con seguir este mé-
todo de acción: informarse siempre personalmente y no actuar por el qué dirán.
Cabe destacar que Nehemías no informó a nadie de sus salidas nocturnas.
Nehemías 2: 12-16 lo deja muy claro. El versículo 12 recalca que nadie conocía
de aquellas salidas, ni siquiera los animales, excepto aquel sobre el que Nehe-
mías se desplazaba. El versículo 16 enumera a todos los que ignoraban lo que él
estaba haciendo: los judíos, los sacerdotes, los nobles y los funcionarios, así
como otras personas.
Parece ser que la honra de Dios y el bienestar de Jerusalén le preocupaban
tanto a Nehemías que no lograba conciliar el sueño. Quizá deseaba guardar dis-
cretamente sus observaciones y conclusiones para sí hasta que llegara el momen-
to adecuado para compartirlas. En cualquier caso, está claro que no dio a cono-
cer sus intenciones, y fue precisamente su prudencia lo que impidió que los
enemigos se enteraran de lo que estaba sucediendo.
En el expreso contexto de que Nehemías actuaba solo, el versículo 12 también
afirma que «algunos hombres» estaban con él (Neh. 2: 12). Nehemías mantuvo a un
par de asistentes de confianza junto a él, a pesar de su discreción y de que man-
tuvo su información confidencialmente.
34