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a
SEMANA
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inTerioriza
Ingredientes orgánicos
E
ntre las distintas formas de hacer pan hay diferencias en los ingredientes, en
el estilo o el sabor; sin embargo, hay factores esenciales que hacen que el pan sea
pan. De manera parecida, en los reavivamientos bíblicos encontramos diferentes
variedades, pero el núcleo o corazón de los mismos es lo esencial. Este capítulo
de Nehemías destaca los tres ingredientes o aspectos de un reavivamiento:
inte-
lecto, emoción y voluntad.
Nehemías 8: 1-8 destaca cuatro ingredientes. El versículo 1 menciona la impor-
tancia de la reunión. Por mucho que nos guste ver sermones en la televisión có-
modamente en pijama en casa, el momento en que el pueblo de Dios se reúne es
una ocasión poderosa. La inversión de tiempo, de energía y de recursos pone de
manifiesto la importancia de celebrar una convocatoria. La unidad del grupo y la
anticipación de lo que el Espíritu Santo obrará en toda la congregación hacen que
valga la pena celebrar ese tipo de reunión.
«Las convocatorias de la iglesia como congresos, asambleas locales y todas las ocasio-
nes en que se puede realizar obra personal en favor de las almas, son oportunidades señala-
das por Dios para derramar la lluvia temprana y tardía» (
E
lena
G.
de
W
hite
,
La fe por la cual
vivo
, p. 248).
El segundo ingrediente es
exaltar la Biblia
(ver Neh. 8: 2),
leer la Biblia
(vers. 3)
y
estudiar la Biblia
(vers. 7). Una reunión puede celebrarse por cualquier motivo,
desde eventos deportivos hasta mítines políticos, pero el único propósito de las
reuniones de reavivamiento es experimentar la Palabra de Dios como grupo.
El tercer ingrediente consiste en
manifestar reverencia y experimentar la san-
tidad de la Palabra
. Hubo dignidad y decoro (ver Neh. 8: 4), una respuesta de
adoración, cuando la gente se puso en pie; y hubo una respuesta de oración
(vers. 6). Esto no puede ser creado mediante la tecnología, la música o una es-
pectacular puesta en escena. Dichos elementos únicamente pueden acrecentar la
expresión de una santa reverencia, mientras que su base radicará en la expresión
más humilde del corazón.
Por último, el énfasis se pondrá en la
comprensión de la Palabra.
No se trataba
únicamente de reunirse para leer la Biblia o para adorar, sino que había un ele-
mento que implicaba entender la Palabra por uno mismo. Algunos maestros se
integraron al grupo (ver Neh. 8: 7) ayudando así a la gente a comprender lo que
Esdras estaba leyendo.
¿Qué te recuerda esto?
Podríamos decir que es un tipo de los grupos pequeños y de la Escuela Sabá-
tica. En aquel caso, el pueblo no solo se mantuvo de pie escuchando la Palabra
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