Previous Page  40 / 64 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 40 / 64 Next Page
Page Background

40

Completa la siguiente declaración con tus propias palabras: Me

disgustan las personas envidiosas porque

_____________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________________

¿Cuáles son algunas cualidades propias que los envidiosos pasan por alto cuando envidian a otros?

_____________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________________

ué opinas?

«Después que David terminó de hablar con Saúl, Jonatán se hizo muy amigo de

David, y llegó a quererlo como a sí mismo. Saúl, por su parte, aquel mismo día lo tomó a

su servicio y no lo dejó volver a casa de su padre. Y Jonatán y David se juraron eterna

amistad, porque Jonatán quería a David como a sí mismo. Además, Jonatán se quitó la

capa y la túnica que llevaba puestas, y se las dio a David, junto con su espada, su arco y

su cinturón. Tanta capacidad demostró David para cumplir con todo lo que Saúl le orde-

naba hacer, que Saúl lo puso al mando de hombres de guerra. Esto agradó a todo el

ejército y a los oficiales de Saúl. Sin embargo, cuando las tropas regresaron después que

David mató al filisteo, de todas las ciudades de Israel salieron mujeres a recibir al rey Saúl

cantando y bailando alegremente con panderos y platillos. Y mientras cantaban y baila-

ban, las mujeres repetían: “Mil hombres mató Saúl, y diez mil mató David”. Esto le mo-

lestó mucho a Saúl, y muy enojado dijo: “A David le atribuyen la muerte de diez mil

hombres, y a mí únicamente la de mil. ¡Ya solo falta que lo hagan rey!”. A partir de en-

tonces, Saúl miraba a David con recelo. Al día siguiente, el espíritu maligno mandado

por Dios se apoderó de Saúl, y este se puso como loco dentro de su palacio. David estaba

tocando el arpa, como de costumbre, y Saúl tenía su lanza en la mano. De pronto Saúl

levantó la lanza con la intención de clavar a David en la pared, pero David esquivó a

Saúl dos veces. Saúl tenía miedo de David, porque el Señor ayudaba a David pero ya no

lo ayudaba a él. Por eso lo retiró de su lado y lo nombró comandante de un batallón, al

frente del cual salía a campaña y volvía. Y como el Señor lo ayudaba, David tenía éxito

en todo lo que hacía. Por eso Saúl tenía miedo de él, al ver cómo prosperaba. Pero todos

en Israel y Judá querían a David, porque él era quien los dirigía cuando salían a campaña

y volvían» (1 Samuel 18:1-16).

DENTIFÍCATE CON LA HISTORIA

¿Sabías

que a la envidia se

la conoce como «el mons-

truo de ojos verdes»? Esto se

lo podemos agradecer a Wi-

lliam Shakespeare, que pin-

tó a la envidia de verde. El

gran poeta británico usó por

primera vez esta frase en su

obra

El mercader de Venecia

.

«Como todas las demás pa-

siones se disipan en el aire /

como pensamientos de duda

y desesperación abrazada con

precipitación / y temor tem-

bloroso, y envidia de ojos

verdes!» (

El mercader de Ve-

necia

, 3.2., pp. 108, 110).

¿

L

o sabías?

LECCIÓN 8 / JÓVENES