4
a
SEMANA
3
inTerpreta
Todos unidos
L
o sorprendente del capítulo 3 del libro de Nehemías es que se ve ese tipo de
compromiso que hoy la Iglesia Adventista llama «participación total» de los
miembros. Parece que cada vez que el Señor se mueve, nos motiva a todos a mo-
vernos con él también. Por ejemplo, las personas de regiones lejanas como Jericó
se mencionan en el versículo 7; los comerciantes, como los orfebres y perfumis-
tas, se mencionan en el versículo 8; mientras que las hijas de Salum se mencionan
en el versículo 12. Sin tomar en cuenta la geografía, la profesión o el sexo, la re-
construcción de Jerusalén incluyó la participación total de todos los miembros
del pueblo de Dios.
Nehemías, al asignar secciones del muro, no lo hizo al azar. En el versículo 26,
se dice que los sirvientes del templo edificaban cerca del templo, su lugar de
servicio. En los versículos 1, 10, 23 y 28-30, se habla de los grupos que estaban re-
construyendo la muralla cerca de sus casas. Todo eso permitió que estuvieran
menos ansiosos; que hubiera una mayor conveniencia; que se perdiera menos
tiempo y que tuvieran un mayor sentido de responsabilidad y compromiso indi-
vidual respecto al proyecto común, ya que tenían que verlo a diario. Sus respec-
tivas familias estarían asimismo participando y la labor sería más sinérgica y efi-
ciente que si se hubiera distribuido la tarea de otra manera.
El trabajo fue bien organizado. Cada uno sabía dónde estaba en relación con
el resto del proyecto. En completa armonía y trabajando en equipo, la ciudad
parecía una orquesta. En ocasiones, todos los instrumentos tocaban al unísono,
mientras que en otros casos, solo sonaban algunos, o uno solo. Esta acción con-
certada fue dirigida por la batuta del director.
En el caso de la obra de Dios, el que dirige ha de liderar todo y a todos bajo
la conducción del Espíritu Santo, que es quien organiza la orquesta para que in-
terprete la melodía que representa a la voluntad de Dios. Cuando todos estén en
sintonía y armonía, la música será hermosa.
48