LECCIÓN SIETE 63
futuro. El rey Nabucodonosor era un rey fuerte,
pero algún día su reino terminaría y vendría un
nuevo poder. A este nuevo reino lo seguirían otros.
El poder de cada nuevo reino sería cada vez más
débil. Finalmente Dios establecería su reino, un
reino que nunca iba a terminar.
Todos en la corte guardaban silencio y miraban
ansiosamente a Nabucodonosor. No tenían por qué
preocuparse, porque Dios me había dado la
respuesta verdadera. Nabucodonosor reconoció su
sueño y alabó a Dios, al verdadero Dios, al Dios del
cielo, por esa interpretación. Y porque Dios me dio
ese conocimiento, se salvaron los sabios del reino.
Nadie tuvo que morir.
Yo estaba feliz porque pude servir al rey y salvar
la vida de los demás sabios del reino.
Nabucodonosor me hizo gobernador de
Babilonia. Era una gran responsabilidad, pero desde
ese alto cargo, tenía oportunidad de servir a Dios y
también al rey. Y yo sabía que Dios estaría conmigo
siempre.
Para reflexionar
Pregunte:
¿Qué habrían pensado si el rey
hubiera demandado de ustedes que le dijeran el
sueño y lo que significaba?
(Nos sentiríamos
temerosos, etc.)
¿Cómo se sentirían si, como
Daniel, pudieran decirle a alguien su sueño y lo
que significara? ¿Por qué piensan que Dios eligió
usar a Daniel de esta manera? ¿A quién más
ayudó Daniel? Cuando Daniel ayudó a otros,
estaba sirviendo a Dios. Nosotros también
podemos ser ayudantes de Dios. Vamos a repetir
el mensaje de hoy:
SIRVO A DIOS CUANDO AYUDO
A PERSONAS QUE LO NECESITAN.
Versículo para memorizar
Prepare con anticipación
copias de la imagen de
Daniel 2; las suficientes para
que cuente con una para
cada tres alumnos. Las
palabras del versículo para
memorizar deben aparecer
en la imagen de la siguiente
manera:
«Te doy gracias
. . . . . . . . . . . . . . . .
cabeza
y te alabo,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
pecho
porque me has hecho
. . . . . . . . . .
vientre
sabio y fuerte»
. . . . . . . . . . . . . . . .
piernas
Daniel 2: 23.
. . . . . . . . . . . . . . . . . .
pies
Corte la imagen en cinco partes (una parte del
versículo en cada parte). Entregue los pedazos a sus
alumnos y ayúdelos a leer el texto al colocar juntas
todas las partes. Repítanlo varias veces hasta que
sus alumnos lo puedan decir solos.
Estudio de la Biblia
Prepare con anticipación en el
pizarrón un cuadro con tres
columnas. Anote en ellas los
siguientes encabezados: ¿Quién
ayudó? ¿Quién fue ayudado?
¿Cómo?
Forme cinco grupos de alumnos.
Diga entonces:
Daniel sirvió a Dios al ayudar al
rey Nabucodonosor y al salvar la vida de los
sabios del reino. Nosotros también podemos
servir a Dios cuando ayudamos a la gente que lo
necesita. Vamos a encontrar en la Biblia algunos
ejemplos de personas que ayudaron a los demás.
Entregue un texto a cada grupo de alumnos.
Cuando todos los grupos hayan encontrado su
texto, deben leerlo y anotarlo en el cuadro en el
pizarrón. (Los adultos pueden ayudar si es
necesario.)
Éxodo 18:13-18
y 24-26. . . . . . . . . . . . . .
(Jetro ayudó a Moisés a
Rut 2:2, 11. . . . . . . . . . .
(Rut ayudó a Noemí al buscar
alimento y al quedarse con
ella.)
Hechos 17:14, 15. . . .
(Silas y Timoteo ayudaron a
Pablo a predicar el evangelio.)
2 Reyes 5:2, 3, 14. . . .
(La joven cautiva ayudó a
Naamán al hablarle acerca de
Eliseo.)
Lucas 4:38, 39.
. . . . . .(Jesús ayudó a sanar a la
suegra de Pedro.)
Necesita:
• Biblias
• cuadro
• pizarrón
• tiza
Necesita:
• dibujos lineales
de la estatua de
Daniel 2 con el
versículo para
memorizar
escrito en ellos
(ver p. 115)